Comic review: Kingdom Come de Mark Waid y Alex Ross

Comic Review…por César del Campo de Acuña

Kingdom Come de Mark Waid y Alex Ross

Creo que me repito. Sí, creo que me repito y con razón, cuando empiezo una entrada de Cincodays utilizando la frase: “Sin son lectores habituales sabrán que…”. Si lo son, ya saben lo que viene ahora, pero si son nuevos por estos andurriales han de saber que con respecto al comic de súper héroes soy más de DC que de Marvel (debo ser uno de los pocos) y que si hay algo que me entusiasma del material publicado por la casa de Superman y Batman es la línea Otros mundos. En esta sección ya me reseñado/comentado títulos, a mi juicio imprescindibles, como Superman: Hijo rojo y Batman: La maldición que cayó sobre Gotham (no sé si incluir Batman Flash Point: El Caballero de la Venganza en la línea Otros mundos, pero aun así es un tebeo que les recomiendo encarecidamente) y en esta ocasión les voy a contar que me ha parecido otro de los imprescindibles de esta línea editorial: Kingdom Come de Mark Waid y Alex Ross.

Mark Waid, celebrado guionista al que los aficionados al comic aplaudimos por su etapa con Daredevil en Marvel o la sensacional Irredeemable, en Kingdome Come (obra publicada originalmente entre mayo y agosto de 1996) nos propone presenciar un enfrentamiento entre dos generaciones de metahumanos. Descrito así parece algo simple y poco original, pero el caso es que Waid enfrenta no solo a personajes, sino a los valores que representan. Por un lado tenemos la vieja guardia de héroes de DC, los cuales, a lo largo de sus aventuras en la edad dorada, mostraron ser un ejemplo de rectitud, moralidad y juicio, mientras que en el bando contrario tenemos a un conjunto de “héroes” a los que la frase “el fin justifica los medios” les sienta como anillo al dedo. Estos últimos se parecen mucho a los héroes de dientes apretados, macarras, violentos y llenos de pinchos que aparecieron en los 90 de la mano de Image Comics y que tanto Marvel como DC se apresuraron a copiar. Estos nuevos paladines de la justicia, sin el referente moral que suponían los héroes de antaño, se enzarzan en violentos combates sin justificación alguna, sin saber dibujar una línea clara entre quien son héroes y quienes son villanos y sin medir los daños colaterales de sus enfrentamientos. Los anteriores paladines de la humanidad, retirados, tras ver como la justicia ha sido pervertida hasta convertirse en un ojo por ojo, resurgen para volver a tomar las riendas (a pesar de los propios humanos y de los nuevos héroes), tras el desastroso desenlace saldado con un millón de muertos en uno de los absurdos combates de la segunda generación de campeones de la ley. Cansados de unos y de otros, un grupo de humanos selectos conspiran en las sombras para devolver el control de la tierra a los humanos y erradicar el freno evolutivo que han supuesto los metahumanos. Una partida a tres bandas para reclamar las llaves del reino.

Bien una vez les he contado por encima la trama déjenme que les dé mi opinión. Personalmente creo que Waid atiza de manera acertada y clara a toda la producción superheroica de principios de los 90. Ya saben, el escritor parece gritarnos a la cara aquello de: Lo bueno es eterno y lo malo es efímero. Con esto quiero decir que lo que representaban los héroes de antaño era algo a lo que todos deberíamos aspirar, mientras que la forma de actuar de los nuevos personajes aparecidos en los 90 es simplemente lo peor de nosotros mismos. Dicho esto, Waid no se olvida de darles un tirón de orejas a los protagonistas de la edad dorada reprochándoles que su supuesta superioridad moral y la imposición de sus códigos los convierte en poco más que dictadores. Y ahí es donde entra le mezquindad humana; Por un lado, la humanidad quiere beneficiarse de ellos, pero sin que estos la dirijan según sus estándares morales y es por eso que urde un plan para acabar con todos ellos y que así estos no pongan freno a la evolución con sus super poderes.

Pero…¿me ha gustado o no me ha gustado? Pues sí, lo cierto es que sí, pero me ha gustado más una vez lo he leído y me he parado a pensar sobre él. No es que quiera atribuirle más valor del que en si tiene, pero creo que es uno de esos comics de súper héroes que mejor funcionan a más piensas en él. Evidentemente hay cosas que no me han entusiasmado y una de ellas es capital, por lo tanto refreno mis dedos para no estropearles la lectura en caso de que decidan hacerse con esta aventura.

Al dibujo tenemos al sensacional Alex Ross (Masks, por ejemplo), el cual hace un trabajo sensacional. Me atrevo a decir, que más allá de lo icónico de este comic, es imposible imaginar a otro artista dibujando Kingdom Come (es más, pienso en algunos en concreto y se me ponen los pelos de punta). Sé que resulta obvio y hasta poco profesional, pero lo único que alcanzo a decir es que el trabajo gráfico es soberbio.En general Kingdom Come es uno de los mejores títulos de la línea Otros mundos y uno de los mejores comics publicados por DC en los últimos 20 años. Si no lo han leído, no lo duden un segundo, háganse con un ejemplar de esta estupenda historia escrita por Mark Waid y dibujada por Alex Ross.