[Cómic] Silver Surfer: El Doctor Who de Marvel

[Cómic] Silver Surfer: El Doctor Who de Marvel

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Alberto Galisteo 25 agosto, 2014 0

¡SPOILERS!

Este artículo se centra en los números 1-3 de la actual colección de Silver Surfer (edición USA).

Norrin Radd era un astrónomo del planeta Zenn-La que soñaba con viajar por las estrellas. Para evitar que Galactus consumiera su planeta, aceptó convertirse en su heraldo. El Devorador de Mundos le concedió el Poder Cósmico para que recorriese el universo buscándole planetas de los que alimentarse. Libre del control de Galactus, Norrin, conocido ahora como Silver Surfer, busca redimirse de sus pecados y compensar las miles de millones de vidas que se perdieron por sus actos.

En el primer arco argumental, Silver Surfer es convocado por Zed, autoridad máxima en el planeta turístico y físicamente imposible Impericon. Su mundo se ve amenazado por The Never Queen, una entidad que alberga en su interior las infinitas posibilidades que no se cumplieron. Para asegurarse de que Surfer cumpla la misión de destruirla, Zed secuestra a la persona más importante en su vida. Cuando le enseñan a dicha persona ya hecha prisionera, su sorpresa no puede ser mayor, pues no tiene ni idea de quién se trata.

La Tierra. SIEMPRE es alguien de la Tierra. – Silver Surfer

Dawn Greenwood es una joven de Anchor Bay, Massachussetts, que regenta una pequeña pensión con su padre. Su hermana gemela, Eve, está cumpliendo su sueño de viajar por todo el mundo. Pero para Dawn, el mejor lugar del planeta es su pueblo, su hogar, y nunca ha querido salir de allí. O eso ha dicho siempre. Lo cierto es que se dejan intuir las dudas en su voz.

Uno podría esperar de una chica así una reacción de miedo al ser secuestrada por extraterrestres, o al menos sentirse abrumada por la situación. Sobre todo, acostumbrados a la larga tradición del recurso de “la damisela en apuros” que necesita ser rescatada por el héroe varón. Sin embargo, ella no es así. Dawn puede haber visto pocas cosas en su vida, pero aguanta mejor la compostura y es más resolutiva que algunos de los llamados superhéroes. La joven de la Tierra no tarda demasiado en montar una revuelta con todos los demás prisioneros y ponerse a la fuga.

SILVER SURFER: Soy Norrin Radd. Estoy aquí para resc–

DAWN: Encantada de conocerte, Norrin. No te preocupes. Soy Dawn Greenwood. ¡Y voy a salvarte!

SILVER SURFER: ¿Qué?

Hay que aplaudir la declaración de intenciones hecha con este personaje por el guionista Dan Slott (conocido por su trabajo en Spider-Man, incluyendo la polémica Superior Spider-Man). Si bien al principio la convierte a ella en la heroína, luego va un paso más allá, pues no se trata de situar un personaje por encima de otro. Los dos son los héroes. Dawn y Silver Surfer, juntos, como iguales (pese a que ella no tiene Poderes Cósmicos), salvan la situación y vencen a los villanos. Ninguno podría haberlo hecho en solitario. La confianza del uno en el otro y su resolución personal convierten a los personajes en un gran equipo. Y sí, Silver Surfer, con toda su experiencia, tiene mucho que enseñar a Dawn. Pero ella también tiene mucho que ofrecer.

La dinámica que se crea entre los dos protagonistas recuerda mucho a Doctor Who, en cuanto a la relación que se establece entre el Time Lord y sus compañeras (al menos, las mejores). Y no es el único punto en común con la serie de televisión británica. Tanto Surfer como el Doctor han sido los responsables de incontables muertes, recuerdos de los que parecen querer huir pero que siempre intentan redimir.

No obstante, la conexión más importante entre ambos relatos es, sin duda, la fantasía cósmica que impera en ambas historias. El sentido de la maravilla, el mágico mundo que se esconde tras las estrellas, en los millones de mundos desconocidos para nosotros, las aventuras que pueden dar, el poder de las palabras y los deseos… Todo ello conforma el motor que mueven hacia adelante ambas historias.

Este sentido de la maravilla niega el juicio racional, la lógica, abriendo la puerta a lo imposible y lo mágicamente conveniente.

DAWN: ¿Cómo estás hablando en el espacio?

S. SURFER: Poseo El Poder Cósmico.

DAWN: ¿Cómo estoy yo respirando en el espacio?

S. SURFER: El Poder Cósmico.

DAWN: ¿Y no me estoy congelando porque…?

S. SURFER: Poder Cósmico.

DAWN: Eso es muy… conveniente.

S. SURFER: Eso es el Poder Cósmico.

El anterior diálogo refleja que el guionista es consciente de lo que está haciendo. Conoce lo absurdo de muchas situaciones que se dan en este tipo de historias y, lejos de querer ocultarlas o pretender darles un sentido, las señala tal y como son. Y no sólo él, sino que el dibujante, Michael Allred, da rienda suelta a su imaginación, haciendo visible lo inconcebible, creando un mundo sin explicación. Pero aquí no estamos para eso. Se trata de dejarse llevar, de montarse en la tabla de Silver Surfer y viajar, descubrir con él y con Dawn las maravillas del universo, vivir sus aventuras, celebrar sus alegrías y llorar sus penas.

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