La segunda mitad de los años 90 fueron muy convulsos para el mundo del cómic, pero sobre todo para Marvel. Dificultades económicas y creativas, sobreexplotación de personajes y colecciones, falta de ideas y originalidad, una mala praxis especulativa, y unos dibujantes-divos que primaban la espectacularidad sobre las historias, y que acabaron fugándose de la editorial, para crear Image, que dañó mucho tanto la imagen, como la economía de Marvel, la cual buscaba desesperadamente salir de una situación que la pondría en bancarrota.
Por ello, pasado un tiempo, la editorial llegó a un acuerdo con algunos de esos autores para cederles algunos de sus personajes más populares, haciendo bueno aquello de si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él. El esperpento que se llamó Heroes Reborn no saldría bien, pero mientras tanto, Marvel tenía un hueco editorial y creativo, que debía cubrir. Así, tras la saga de Onslaught, en la que desaparecieron algunos de sus principales héroes, series como Ka-Zar, Héroes de Alquiler, Hombre Cosa, la nueva Alpha Flight, intentaban paliar, en el Universo Marvel, la carencia de sus principales héroes, a los que se creía muertos.
Evidentemente, la calidad de estas colecciones y de esos autores no era la misma, y todas ellas durarían pocos episodios. Sin embargo, la excepción a la regla fue Thunderbolts, de Kurt Busiek y Mark Bagley. Su primera aparición fue en el Hulk de Peter David, en The Incredible Hulk nº 449 USA, de 1997 y era, aparentemente, un nuevo grupo de héroes que venían a cubrir el sitio de los Vengadores. Sin embargo, no eran lo que parecían ser…
En un giro insospechado de la historia, la última e impactante viñeta del primer número de su colección nos mostraba la verdad: Ciudadano V era el Barón Zemo hijo, Match 1 era El Escarabajo, Atlas era Goliat, Tecno era El Arreglador, Meteorito era Piedra Lunar y Pájaro Cantor era Mimí Aulladora, todos ellos viejos conocidos del Universo Marvel, supervillanos en toda regla que habían aparecido muchas veces luchando contra los héroes. Sus planes y objetivos, una incógnita…
De esa manera, comenzó una de las series más interesantes de la época, y más longeva, cuyo concepto, con algunas variaciones, sobrevive en la actualidad. Busiek realizó unos guiones sorprendentes, atreviéndose a algo que casi nunca se había visto hasta entonces, dar el protagonismo a los “malos”. Cierto es que no era la primera vez que pasaba, DC ya lo había hecho con su Escuadrón Suicida, lo novedoso era el planteamiento. Los villanos eran lo suficientemente inteligentes como para engañar a los héroes, y no únicamente se dejaban apalear una y otra vez por ellos. No solo las aventuras, sino el tono de conspiración, las difíciles relaciones entre los villanos que aparentaban ser héroes, los constantes giros argumentales, las sorpresas, la inclusión de nuevos personajes, etc.. eran una constante en la serie. Incluso Ojo de Halcón acabó liderando el grupo… Además, sus personajes evolucionaban, tenían dudas morales, algunos cambiaban de bando…En una época en que se llevaba mucho la espectacularidad y poco las historias, Kurt Busiek se atrevió a mostrar algo diferente, llevando la historia desde su planteamiento hasta su lógico desenlace, y demostrando que había otra forma de editar superhéroes. En los dibujos, Mark Bagley, toda una garantía de calidad. Huyendo de la grandiosidad, su estilo es más bien sobrio y clásico, y su buen hacer narrativo es su mayor fuerte, dejando claro que los dibujos no deben tapar lo importante, la historia.
Busiek abandonó los Thunderbolts en su número 34 USA (la dirección artística pasaría en el número 50 USA a Patrick Zirche, que intentó emular el estilo de Bagley) y Fabián Nicieza, lo sustituyó, hasta el último número, el 75. Bajo su dirección, los personajes cambiaban de rumbo cada cierto tiempo, y quizás esa inestabilidad fue la causa de su cancelación, pero pese a que sus historias no eran del mismo nivel que las de Busiek, su calidad era bastante mayor que muchas de sus colecciones contemporáneas, siendo todo su conjunto un buen material.
Recientemente, Panini ha empezado a reeditar Thunderbolts en su colección Extra Superhéroes. Pese a que no soy muy partidario de reducir el tamaño original de publicación, es una buena opción de compra, a la espera de que se decidan a publicar la serie en su totalidad.