Los cachorros entre semana desayunan a las 7.30, y el lunch que les dan en el cole es a las 10.30. ¡10.30! ¡De que van! Pero si es imposible qu
e tengan hambre los pobrecitos. ¿Y lo que les dan? Eso es lo mejor: nuggets o pollo empanado (¿no es lo mismo?), macarrones con queso de lata, hamburguesa con patatas fritas, o pizza. De postre galletas saladas con crema de cacahuete y como súper sano, fruta en almíbar. Sólo hay una cosa saludable, los frijoles, pero como Currito es alérgico a las legumbres ni los ve. A Currita, por suerte, le gustan.Así que viendo el percal, les hago yo la comida y todos tan contentos. Es un coñazo, lo reconozco, pero la alternativa es tal basura que no me queda otra. El 4 de julio nos invitaron a un pastel decorado con la bandera de EEUU. A Currito le fascinó el sabor de la nata azul. Se puso, las manos, la cara, el cuello, los dientes, la lengua y la camisa azul. Nunca me han preocupado esas cosas, se lavan y listo. Nunca me han preocupado, porque siempre se han quitado. Ese puñetero azul no había jabón ni quitamanchas que acabara con él. Currito parecía un pitufo desteñido.Pero lo peor estaba por llegar. Al día siguiente mi querido Currito me llama porque ha hecho caca, ¿adivináis el color? ¡¡Pero por Dior que es esooooo!! ¡¡Azul!!
Así que, al final una se obsesiona. Leo todo lo que cae en mis manos relacionado con nutrición infantil. Y si no cae sólo, lo busco. Por suerte no hay comidas sanas azules.