Con la llegada de la Navidad, el número de celebraciones yfestejos se suceden a un ritmo frenético. Los menús tradicionales setransforman en copiosos manjares con un alto contenido en grasas, y las bebidasalcohólicas se abren paso como complemento indispensable en todo brindis. Sinembargo, los excesos que se viven en estos días pueden acabar con incómodasdigestiones o en la sala de espera de algún hospital.Fiestas de Navidad,Nuevo Año y ExcesosEs de sobra sabido por todos que si bien la Navidad tiene ensus orígenes una serie de connotaciones religiosas, lo cierto es que hoy en díase conserva poco de ese sentimiento cristiano de festividad, y que estos díasse han convertido en un tiempo de eufórico consumismo y diversión.Y es que, aunque muchos asocian, o quieren asociar, estasfiestas a días de amor, felicidad y solidaridad, lo cierto es que lo quesuponen para todos estas fechas tan señaladas, además de un gran agujero ennuestras carteras, es un descenso también en nuestra salud.A ello contribuyen estos días en los que proliferan losencuentros con la familia y amigos en los que no falta de nada y se abusa detodo. Son las típicas cenas y comidas copiosas en las que participamos sincontrol alguno "obligando" a nuestro cuerpo a ingerir una cantidadabusiva de comida y bebida.Y estos excesos suelen terminar pasando factura, como indicael aumento considerable durante estos días en los servicios de urgencias depacientes con indigestiones o problemas etílicos, así como el aumento de kilosque muestra la balanza cuando finalizan las fiestas, y que tanto cuesta hacerque desaparezca.
Aumento de lasurgenciasTodos estos excesos provocan que durante estos días festivosse registre un aumento medio de las urgencias hospitalarias de entre un 20 y un25 por ciento. El número de intoxicaciones alimentarias por exceso en elvolumen de alimentos ingeridos, mal estado de los mismos o abuso de tóxicos(alcohol, tabaco y otras drogas) es la principal causa de este incremento enlas consultas.Generalmente los cuadros que se atienden en los servicios deurgencias son leves o moderados, caracterizados por una sensación prolongada depesadez, náuseas, vómitos y un ligero dolor abdominal, y tienden a remitir abase de dieta ligera y sin necesidad de hospitalización.Sin embargo, no es excepcional la asistencia médica acuadros graves de intoxicación etílica, sobre todo en personas jóvenes,desconocedoras de los riesgos que puede acarrear la ingesta excesiva dealcohol. Especialmente graves son los casos derivados del consumo de drogastipo éxtasis, por la extrema gravedad que conllevan los problemascardiovasculares.En el caso del alcohol, y al contrario de lo quepopularmente se cree, su toxicidad no afecta sólo al hígado, sino también aotros órganos, en especial el páncreas y el cerebro. Esto debe tenerse muy encuenta, señalan los expertos, porque el coma etílico y la pancreatitis agudaalcohólica pueden ser cuadros muy graves e incluso mortales.Además de las consultas por “atracones”, en estas fechas sedisparan también las motivadas por intoxicaciones alimentarias producidas poralimentos en mal estado. Los que con más frecuencia pueden producir cuadros deeste tipo son los pescados y mariscos, ya que requieren de unos procedimientosde conservación más exigentes.Este tipo de consultas sí que suelen ser graves y, en lamayoría de los casos, requieren de hospitalización. Para prevenir estassituaciones, los expertos recomiendan adquirir alimentos frescos de primeracalidad y en el caso de recurrir a los congelados, respetar siempre las pautasde congelación y descongelación.Los excesos en lascomidas se pueden evitarPor ello, los especialistas en nutrición recomiendan cadaaño, ante los "excesos navideños" durante las cenas y comidas,intentar que sea ocasional y no se convierta en algo habitual durante las dos otres semanas que duran las fiestas.Igualmente, apuntan que conviene recordar que una dieta sanaes una dieta moderada, variada y equilibrada. En este sentido, según losespecialistas, no hay alimentos 'buenos' o alimentos 'malos', sino frecuenciasde consumo y cantidades adecuadas o excesivas. Por eso, es el exceso en laingesta en sí lo que causa problemas, no el consumo de un determinado tipo dealimentos.Así, es importante compensar o equilibrar el consumo en ladieta diaria. Para ello, se recomienda que, si la cena de Nochebuena o lacomida de Navidad van a ser copiosas, hacer una comida muy ligera enNochebuena, o una cena igualmente frugal el día de Navidad, que incluyaalimentos de menor contenido calórico, como verduras, ensaladas y frutas.Además, Navidad se cubre de dulces típicos de estas fechas,con los que hay que tener especial precaución. Polvorones, turrones, mazapanes,roscones o chocolates, son alimentos ricos en grasas y azúcares, que sonprecisamente los alimentos que se deben consumir de forma moderada, casiocasional.Asimismo, los expertos recomiendan mantener una dieta bajaen calorías los días previos y posteriores a las fechas navideñas, e intentaringerir medio litro de bebida isotónica antes de cada comida y evitar lasbebidas alcohólicas. Tampoco se debe mojar pan en las salsas, ni comer rápido.Y en cuanto a aquellas personas en las que existe unapatología crónica, los expertos recomiendan tener más precaución ante losexcesos a fin de evitar despertar estas afecciones o provocar complicacionesparalelas.El problema delalcoholEl excesivo consumo de alcohol, por sus efectos tóxicos acorto plazo y nefastas consecuencias en todos los ámbitos, es especialmentedesaconsejable, en cualquier caso. Todas las personas, tanto sanas comoenfermas o más vulnerables, deben controlar los excesos de alcohol en estasfechas, ya que sus consecuencias son, en muchos casos, irreparables.Y es que, en lo que respecta al problema de la relaciónentre alcohol y conducción, se recomienda, a propósito del mayor número deaccidentes y agresiones que se producen estos días por el mayor consumo dealcohol, no tomar más de 3 consumiciones alcohólicas en una celebración, y nopasar en ningún caso de las de 5 (4, en el caso de la mujer), puesto que elconsumo concentrado de esta sustancia aumenta el riesgo de lesiones,intoxicaciones alcohólica agudas o accidentes.Los expertos recuerdan, además, que alcohol y conducción sonincompatibles. Si va a beber, no conduzca y si va a conducir, no beba. Si habebido, sólo puede esperar (al menos 1 hora por consumición y dos, desde laúltima copa).Asimismo, se aconseja no ir sólo si se está mareado puestoque los peatones también sufren accidentes; no conducir inmediatamente despuésde una comida o cena copiosa, ya que la digestión produce somnolencia y, si seha pasado la noche de fiesta, usar el trasporte público, porque debido a lafalta de reflejos el riesgo de accidente es alto.Fuente: Saludalia