Comiendo sonrisas a solas, de Tadea Lizarbe

Sobre el libro
Fecha de publicación: 11 de Marzo de 2015
Número de páginas: 472
Sinopsis: La madre de Eloísa muere inesperadamente, y en su breve agonía señala a su otro hijo con un dedo acusador. Días antes de fallecer, le pidió a Eloísa que leyera un antiguo manuscrito del que no se separaba: el diario de Alona, una mujer fuerte y decidida que se vio arrastrada por el misterio de un amor imposible. Sin buscarlo, Eloísa encontrará en Alona un referente que le ayudará a superar sus miedos, pero también a preguntarse qué conexión existe entre dicho manuscrito y la extraña muerte de su propia madre.
Opinión personal
De este libro me llamó la atención todo; para empezar su título y su portada, luego, cuando tuve oportunidad de leerla, su sinopsis, y para terminar el hecho de que quedase finalista en el Premio Planeta de 2014 siendo el debut literario de una escritora de 26 años.
Con 'Comiendo sonrisas a solas' me encuentro una vez más ante un libro de metaficción en el que dentro del propio libro, el que sujetamos con nuestras manos, nos encontramos otro libro en manos de su protagonista. Este último año me he topado con varios así, y la verdad es que es un género que me encanta y que me impresiona, pues imagino lo difícil que debe ser plasmar en el papel una novela así.
La primera historia que conocemos es la de Eloísa, una joven que acaba de independizarse y se encuentra un poco perdida, ya que no tiene pareja, ni trabajo y encima se encuentra en una casa sola después de tantos años de convivencia familiar. La madre de Eloisa está ingresada en el hospital, pero tras su recuperación, el alta y la vuelta a casa ya es una realidad. Esta misma realidad les golpea de frente cuando, repentinamente, la madre de Eloisa muere, y ésta ve como justo antes de morir, señala a Miguel, su hermano, de forma acusadora. ¿Acaso tiene algo que ver Miguel en la muerte de su propia madre? Con la cabeza llena de incógnitas y el corazón plagado de dudas y desconfianza contra su propia familia, Eloísa recuerda que su madre le pidió que leyese un diario manuscrito que guardaba y es así como descubrimos la segunda historia de esta novela.
Si la primera era una historia realista de una familia de la actualidad, en el diario nos encontramos todo lo opuesto, una historia clásica, situada en el siglo XIX y cargada de romanticismo; un amor de los que mueven el mundo. Su protagonista es Alona, una niña que queda huérfana y cae en manos de un poderoso comerciante que actuará con ella como tutor para encargarse de su educación y brindarle un futuro.
Debo confesar que aunque la lectura me ha dejado un buen sabor de boca en líneas generales, la historia de Eloísa en ocasiones me resultaba pesada. Más que la historia en si la forma de narrarla, me resultaban repetitivas las inseguridades de su protagonista y las vueltas que daba continuamente sobre lo mismo. Si debo destacar la evolución del personaje y como con ello la historia iba ganando en ritmo. Por otro lado, la historia de Alona, me ha resultado mucho más interesante. No he terminado de conectar con ella del todo, pues me resultaba demasiado llevada al extremo, pero entendiendo que es un retrato propio de la literatura de la época, me ha encantado verla crecer y luchar por lo que deseaba.
En definitiva, se trata de una lectura muy amena, con dos protagonistas muy diferentes entre si pero con muchas ganas de sobrevivir en la realidad que les ha tocado conocer. Una vez te sumerges en la lectura, avanzas en ella con ganas de saber más y más, y sea cual sea la historia que para ti tiene más gancho, estarás deseando conocer cual es el final al que ambas te conducen y ponerle fin al misterio.