Ya está aquí la primavera y aunque es una estación llena de belleza por su particular colorido, también tiene su lado oscuro y es que con su llegada vuelven a aparecer las tan odiosas alergias.
En esta época del año, cuando la flora está en su máximo esplendor, el aire se ve saturado por uno de los alérgenos más característicos de la primavera, las partículas de polen.
Los granos de polen fueron uno de los primeros alérgenos en descubrirse, denominándose a esta alergia “fiebre del heno” o polinosis.
¿Por qué ciertas personas desarrollan alergia al polen?
Algunos organismos perciben a estas partículas microscópicas de polen como un elemento potencialmente nocivo, cuando en realidad no lo es.
Una vez que esta sustancia entra en contacto con nuestro organismo, éste reacciona produciéndose en el sistema inmunológico una respuesta defensiva, con el fin de atacar y destruir a esa sustancia considerada por nuestro cuerpo como peligrosa.
¿Cuándo aparecen estas alergias?
Aunque suelen ser frecuentes en la infancia o adolescencia, no hay una edad definida para desarrollar una alergia. Podemos desarrollar alergia al polen a cualquier edad. Eso sí, una vez aparece, suele mantenerse a lo largo de toda la vida. Incluso algunos casos pueden agravarse con el transcurso de los años, desarrollando asma alérgico.
¿Cuándo debo acudir al médico?
Si presentas los siguientes síntomas, sería conveniente que visitaras a tu médico de cabecera:
Conjuntivitis: picor de ojos, lagrimeo, inflamación palpebral (del parpado), irritación de la conjuntiva, esclerótica (parte blanca del ojo) de coloración rojiza.
Rinitis: congestión y escozor nasal, estornudos, rinorrea (mucosidad acuosa excesiva),.
Asma: Disnea (sensación de falta de aire), tos irritativa, pitidos en el pecho,…etc.
¿Quién se encarga de diagnosticar las alergias?
Tu médico de cabecera o un alergólogo.
¿En qué consiste la prueba?
El especialista inocula en tu piel (usualmente en el antebrazo) distintos alérgenos y posteriormente observa si se produce una reacción inflamatoria característica. De esta manera se puede identificar a que sustancia o sustancias eres sensible.
¿Existe algún tratamiento?
Debido a que evitar entrar en contacto con el polen es casi misión imposible, ya que para lograrlo deberíamos quedarnos encerrados en casa, se suele optar por tratar los síntomas, que es una opción mucho más práctica.
El médico suele recetar medicamentos antihistamínicos y descongestionantes nasales.
Inmunoterapia o vacunación: Algunas personas optan por este tipo de medidas cuando no han tenido demasiado éxito con las medidas anteriores.
¿Qué medidas preventivas debemos tener en cuenta?
Sobre todo debes intentar evitar el contacto directo de tus mucosas con el aire. Para conseguirlo puedes intentar las siguientes medidas preventivas:
- Usar gafas lo mas envolventes posibles.
- Cuando conduzcas lleva las ventanillas del coche levantadas.
- Evita conducir la moto, y si no te queda más remedio que hacerlo, procura usar un casco lo más hermético posible.
- Si se te ocurre pasar un día en medio de la naturaleza, lleva contigo los antihistamínicos y la medicación que utilices para la alergia.
- No colgar ropa en el exterior para que se seque. Las partículas de polen se adhieren a la ropa.
- Otra buena idea que puedes practicar es lavarte la nariz con suero fisiológico o agua de mar.
- Ya terminando, existen sistemas de aire acondicionado diseñados para eliminar las partículas de polen.
Espero que con estos consejos puedas sobrellevar mejor esta primavera y disfrutarla como es debido.
Saludos!
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