Los dolores de cabeza del opositor MIR no se acaban tras realizar el examen. Persisten las dudas, las incertidumbres, el nerviosismo. Sólo cambia la razón de esos agobios. Si antes era un "no me acuerdo de nada", "me va a salir fatal el examen", ahora se convierte en "¿qué especialidad voy a escoger?"
Todo empieza con la numeritis. Justo el día después del examen algunas academias como CTO o AMIR ofrecen servicios en sus respectivas webs donde puedes introducir tu plantilla de respuestas. Ellos, según lo que creen que serán las opciones correctas, te estiman unas netas y un número de puesto aproximado. En mi caso la diferencia es de casi 10 netas entre una academia y otra, y el número de puesto se distancia hasta en 700 presentados. La diferencia es sustancial, lo que nos lleva a la siguiente pregunta: ¿era el examen demasiado ambiguo? En cualquier caso, ese ya es otro tema... Pero dirijo otra pregunta a todas aquellas personas que, ahora ya residentes, han pasado por esta misma situación. ¿Son fiables las estimaciones de las academias? ¿Quien suele acercarse más a la realidad, CTO o AMIR?
Hasta el 6 de febrero no conoceremos la plantilla oficial de respuestas correctas. Comenzará el periodo de impugnaciones hasta que finalmente conozcamos nuestro verdadero número de puesto. Es entonces cuando comenzará la verdadera fiebre de "numeritis". Es ese momento en el que, si tienes un buen número de puesto, empiezas a plantearte especialidades en las que nunca antes habías pensado, en donde prima la buena fama de la especialidad, o simplemente la buena vida con la que se relaciona. Pero de eso hablaremos en otro post, porque da para mucho...
¡Hasta pronto!