Revista Infancia

Comienza nuestra aventura

Por Pingüicas

Comienza nuestra aventura

Escribo este post, un poco para compartir mi experiencia con ustedes, un poco para armarme de valor y otro poquito, para ver si así me cae el veinte acerca de lo que estoy a punto de hacer. Y es que les platico que mañana es el último día de “normalidad” para mí… a partir de este fin de semana ―y durante varios meses― seré mamá-de-tiempo-completo en serio, en serio, en serio. Y cuando digo “de tiempo completo” significa 24 horas al día, 7 días a la semana.

Verán, hemos decidido dar a nuestros hijos de baja en su escuela y no regresarán hasta que comience el siguiente ciclo escolar. ¿Quién los va a cuidar? Yo ¿Dónde van a estar? Dondequiera que yo esté.

¿Qué, qué? ¿Qué si estamos locos? Posiblemente sí. Quizás yo un poquito más que mi marido, ya que yo seré quien estaré con ellos de tiempo completo.

Y es que todo comenzó con una plática a la ligera en la que comentábamos que realmente no pasaría “nada” si nuestros hijos ya no asistieran a lo que restaba de este año escolar. Luca, por su edad, todavía no está registrado ante la SEP. Pablo está dado de baja temporalmente ante la SEP, ya que Preprimaria no es considerado como una año “oficial”. Pía, por su parte, repetirá Segundo de Preescolar en su nueva escuela, por lo que ―de cierta manera― este año escolar quedó “volando” para los tres.

Fue entonces cuando Beto dijo: “pues deberían mejor aprovechar este tiempo para irse una temporada con tu hermano y que los niños agarren bien el inglés”. Mi hermano lleva muchos años viviendo en Estados Unidos, y ni mis sobrinos ni mi cuñada hablan español, por lo que mis hijos estarían inmersos completamente en el idioma. Yo sería la única que tendría que hacer un esfuerzo consciente por no hablarles en español para lograrlo…

Y así, las cosas se fueron dando poco a poco y todas las circunstancias fueron encajando para que se pudiera dar esta situación. Y lo vamos a hacer. Las oportunidades son del que las aprovecha y pues aquí estamos nosotros comenzando esta aventura.

Me voy yo sola con los niños. Papá tiene que quedarse a trabajar. No me imagino cómo será pasar tanto tiempo sin él…

La idea no es irnos de vacaciones. Tengo toda la intención de hacer una especie de homeschooling improvisado para que los niños sigan trabajando durante todo este tiempo que no asistirán a la escuela. También tenemos pensado inscribirlos a clases extracurriculares allá para que convivan con más niños que hablen inglés, además de sus primos.

A ver qué tal nos va…

Regresaremos a México cuando este año escolar todavía no haya concluido, pero de todas formas, los niños seguirán conmigo en casa. Seguramente para las vacaciones, ellos ya estarán pidiendo a gritos asistir a un curso de verano. Seguramente yo los llevaré, feliz.

Pues no sé, me da emoción y me da miedo… ¿tendré la paciencia para estar con ellos todo el día durante tantos meses? ¿Podré ser su mamá y su maestra al mismo tiempo? No lo sé, ahí les iré platicando…

Mientras tanto, a recordar mi lista de tips para viajar con niños, ya que estaré yo sola con los tres, durante 8 horas, 2 aviones y 3 aeropuertos. Qué nervios. Ok, comienza a caerme el veinte. Inhalar, exhalar, inhalar, exhalar… los dejo. Voy por una copita de vino para relajarme.

Pues bueno, nos estaremos leyendo por acá*.

¡Adios… me voy a empacar!

*Tengo toda la intención de seguir blogueando durante este tiempo, pero les pido un poco de paciencia, ya que no sé a lo que me estoy metiendo. Espero poder seguir encontrándonos en el blog todos los jueves, pero quizás sea un poquito más esporádico el asunto. Por su comprensión, gracias.


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