“Después de escalar una gran colina, uno se encuentra sólo con que hay muchas más colinas que escalar” (Nelson Mandela).
Hola gateros,
En el post de hoy vengo a presentaros un poco más de Comillas. Era una de las ciudades que más ganas tenía de visitar en nuestro breve paso por Cantabria, cuando me informé sobre ella me pareció una ciudad muy fotografiable o curiosa cuanto menos.
Creo que es una ciudad de curiosidades, empezando por el nombre, la teoría decía que su nombre provenía porque estaba situada a cinCO MILLAS de San Vicente de la Barquera, aunque esta teoría fue descartada cuando se encontraron escritos medievales dónde aparece con el nombre de Cumillas. El término “Cumb” viene de “Komba”, una raíz frecuente en los celtas y que significaba “Colina”, y es que Comillas está entre 3 colinas: La Cardosa, Sobrellano y La Coteruca.
Comillas fue capital de España por un día pero tan sólo de forma simbólica y también fue la primera ciudad española en utilizar alumbrado público (¡Tan sólo un año después de que Edison inventara la lámpara!)
Pero no sólo la ciudad está llena de curiosidades, y es que sus monumentos de interés también tienen muchas anécdotas curiosas.
El Palacio de Sobrellano fue el primer lugar de Cantabria en instalar el teléfono. Para los aficionados al cine de terror éste edificio ha salido en la película de “La Herencia Valdemar“, aunque no solo el Palacio tuvo presencia en este film, la casa del Duque de Comillas fue elegida también como escenario en la cinta.
Otro lugar lleno de curiosidades es el Capricho de Gaudí, tenía muchas ganas de visitarlo y la verdad es que no me defraudó. La frase que puede resumir la experiencia es “fíjate en los detalles”, y es que gracias al panfleto de ayuda que te dan a la entrada no te pierdes ni uno solo, empezando por alzar la cabeza ya que los techos de cada estancia tienen detalles diferentes.
Gaudí distribuyó las habitaciones del Capricho en base a las actividades del día a día, haciendo que, a su vez, siguieran la trayectoria del sol (por ello el símbolo principal de este edificio son los girasoles).
Máximo Díaz de Quijano fue quien encargó a Gaudí la construcción del Capricho, y como éste era amante de la música, Antonio Gaudí colmó de detalles musicales el edificio, por ejemplo en las vidrieras del baño podemos ver como un gorrión toca el piano y una abeja la guitarra.
Una de las terrazas da a un patio exterior, está situada justo encima de dónde antes se ubicaban las cocheras, y por eso hay una herradura dibujada, para indicar el uso que tenía antes.
Por último recomiendo dar una vuelta alrededor del edificio para ver los jardines, los huecos en los muros de piedra y, por supuesto, la estatúa del gran Antonio Gaudí.
Si aun te queda tiempo para disfrutar de esta ciudad puedes acercarte a la conocida Universidad Pontificia de Comillas, y si puedes, cuando salgas del pueblo elige la ruta del cementerio. No tienes porque entrar si te dan respeto estos lugares, pero acércate porque aunque sea desde fuera la vista del Ángel Exterminador es una maravilla. Iba a formar parte del mausoleo del hijo primogénito del primer Marqués de Comillas, pero finalmente se donó al pueblo de Comillas pasando a ser declarado bien de interés cultural.