Revista Diario
Comillas es un nombre famoso por la universidad que lo lleva, pero la verdad es que es un nombre que envuelve mucho más que ese recinto del saber.
Ubicado en la costa cantábrica (a unos 15 minutos de San Vicente de la Barquera en coche), este pequeño pueblo tiene una personalidad que remonta a otra época, a siglos pasados donde el estilo de vida era distinto.
Entre las familias, se acostumbraba que al menos uno de los hijos se marchara a América y buscara mejor suerte. Muchos de los que se fueron nunca más volvieron. Otros sí. Y en el caso de Comillas, volvió uno de sus más grandes benefactores que dio impulso y renombre al lugar. Se trata de Antonio López y López que, entre otras cosas, convirtió a su pueblo en el primero de España en tener luz eléctrica.
Así que con ese gran impulso en desarrollo, llegó también el arquitectónico. El Palacio de Sobrellano se convirtió en su casa y el Capricho de Gaudí en el único extravagante arranque de fantasía del talentoso arquitecto fuera de Barcelona.
Una agradable sorpresa de la que continuaré hablándoles...
Buen martes (de no casarse, ni embarcarse, ni de su casa apartarse).
Ubicado en la costa cantábrica (a unos 15 minutos de San Vicente de la Barquera en coche), este pequeño pueblo tiene una personalidad que remonta a otra época, a siglos pasados donde el estilo de vida era distinto.
Entre las familias, se acostumbraba que al menos uno de los hijos se marchara a América y buscara mejor suerte. Muchos de los que se fueron nunca más volvieron. Otros sí. Y en el caso de Comillas, volvió uno de sus más grandes benefactores que dio impulso y renombre al lugar. Se trata de Antonio López y López que, entre otras cosas, convirtió a su pueblo en el primero de España en tener luz eléctrica.
Así que con ese gran impulso en desarrollo, llegó también el arquitectónico. El Palacio de Sobrellano se convirtió en su casa y el Capricho de Gaudí en el único extravagante arranque de fantasía del talentoso arquitecto fuera de Barcelona.
Una agradable sorpresa de la que continuaré hablándoles...
Buen martes (de no casarse, ni embarcarse, ni de su casa apartarse).