La Inteligencia Artificial (IA) está cada vez más presente en la vida diaria, y los niños y adolescentes crecen rodeados de ella. Lo que hace pocos años parecía ciencia ficción hoy forma parte de las aulas y los hogares: aplicaciones que corrigen ejercicios, programas que resumen textos, plataformas que adaptan actividades a cada alumno o herramientas que crean imágenes y vídeos en segundos. Para ellos, todo esto puede ser fascinante, pero también puede generar dependencia, confusión o frustración, por lo que hay que fomentar un uso de la IA adecuado.
El reto de las familias no es prohibir ni temer la tecnología, sino acompañar con calma y confianza. Educar en un mundo digital implica enseñar a los niños a usar estas herramientas como un apoyo, no como un sustituto del esfuerzo, la reflexión ni la creatividad. Más que controlar, se trata de guiar para que hagan un uso equilibrado, consciente y seguro de la IA, sintiéndose escuchados y respetados.
Bien utilizada, la IA puede convertirse en una gran aliada: permite personalizar el aprendizaje, reforzar áreas de dificultad y presentar los contenidos de manera más atractiva. Hay aplicaciones que convierten las matemáticas en un juego, programas que ayudan con idiomas y plataformas que explican conceptos complejos de forma sencilla. Estos recursos pueden despertar curiosidad, motivación y confianza en los niños si cuentan con el acompañamiento de adultos que ponen límites claros y ofrecen seguridad emocional.
Pero también hay riesgos. Cuando los niños se acostumbran a que “todo lo haga una máquina”, pueden perder motivación, creatividad y tolerancia a la frustración. Además, no toda la información que generan estas plataformas es fiable: necesitan aprender a contrastar datos y a desarrollar pensamiento crítico. Y no se puede olvidar el impacto del exceso de pantallas: dificultad para concentrarse, problemas de sueño o menos interés por las relaciones cara a cara.
Por eso es tan importante acompañar desde el respeto, con presencia y límites claros.
Claves para acompañar desde casa el uso de la IA
Acompañar no significa vigilar ni controlar, sino estar presentes, ofrecer confianza y marcar hábitos saludables:
- Hablar con ellos sobre las aplicaciones que utilizan y lo que aprenden, interesándose por su mundo digital.
- Enseñarles a contrastar información y a no quedarse con la primera respuesta que ofrece una herramienta.
- Establecer acuerdos claros sobre el tiempo de pantalla, adaptados a su edad, explicando el porqué de los límites.
- Proponer planes fuera de la tecnología: deporte, juego libre, creatividad, lectura… espacios donde desarrollen otras habilidades.
- Dar ejemplo: mostrar que los adultos también saben desconectar y autorregular el uso de las pantallas.
Hay una cosa clara, y es que, en medio de toda esta innovación tecnológica, hay algo que nunca cambiará: la importancia del vínculo humano. La IA nunca sus@tuirá el cariño, la empatía ni la mirada de los adultos que acompañan su crecimiento. Puede ser una herramienta valiosa si se usa con criterio, pero el aprendizaje profundo siempre nace de la relación, el ejemplo y la conexión emocional. Educar en un mundo con IA es una oportunidad para enseñar valores como la responsabilidad, el respeto y la curiosidad.
¡Acompañar a los niños y adolescentes con presencia, confianza y afecto es el mejor regalo para que crezcan seguros, equilibrados y preparados para todo lo que está por venir!
Marta Lli
Directora del Dpto. de Psicología y Orientación Escolar
La entrada (Cómo acompañar a tus hijos en el uso de la IA), se publicó originalmente en Orientablog
