Hay enfermedades o síntomas, que se presentan en crisis donde lo indicado es actuar con rapidez. Además de avisar o acudir al servicio de emergencias, existen algunas recomendaciones para los ataques más usuales cuya aplicación, en muchos casos, puede ser de crucial importancia.
Frente a un ataque de asma
- Síntomas: Tos, dificultad respiratoria, ruidos al respirar, labios azulados, presión de los músculos entre las costillas.
- Ayudar a buscar el broncodilatador de la persona si dispone de él.
- Abrir ventanas para oxigenar el entorno o sacarlo de un ambiente sobrecargado.
- Colocarlo en posición sentada, con el fin de expandir el tórax.
Frente a un ataque de pánico
- Síntomas: mareo, sudores, sensación de ahogo, temblor, taquicardia.
- Lo mejor es acudir al centro médico para descartar un infarto. A veces suelen confundirse los síntomas.
- No hay que quitarles importancia, ya que puede ser el inicio de un problema cardíaco.
Frente a una Angina de pecho
- Síntomas: Opresión en la zona del pecho desde el abdomen hasta la mandíbula. A veces también en la cara interna del brazo izquierdo.
- Un masaje cardíaco mientras se traslada al servicio de urgencias.
- Otra opción es que la persona tosa girando la cabeza hacia la izquierda con el fin de estimular el corazón.
Frente a un Ictus o infarto cerebral
- Síntomas: asimetría en los rasgos faciales, alteraciones en el habla, insensibilidad del brazo, pérdida intermitente de la visión.
- Llamar inmediatamente a emergencias.
- El riesgo es mayor en personas de más de 55 años.
- El tratamiento durante la primera hora es fundamental para el posterior desarrollo de la lesión.