Una de las situaciones más desagradables que podemos vivir en nuestro día a día es tener que lidiar en nuestra comunidad de vecinos con un vecino que no paga a tiempo sus cuentas con la comunidad y que a veces debe gran cantidad de dinero a la comunidad, lo que perjudica de manera directa al resto de los vecinos que ven cómo pueden verse incrementadas sus cuotas de una u otra manera ante la presencia de algún vecino moroso.
Tener un vecino moroso en nuestra comunidad de vecinos es algo más común de lo que podríamos imaginar ya que la tasa de morosidad entre los vecinos de una comunidad ha aumentado de manera considerable en los últimos años, sobre todo desde el estallido de la crisis. Es precisamente por eso que cuando nos encontramos ante esta situación debemos poner todo nuestro empeño para buscar una buena solución que lleve el conflicto a buen puerto y conseguir reducir la morosidad en nuestra comunidad de vecinos.
Una de las primeras vías que podemos seguir para ello es la vía amistosa. Para ello debemos hablar con el vecino que tiene la deuda con la comunidad para saber cuál es su problema concreto que le impide pagar las cuotas de la comunidad. Una vez identificado y valorado el problema, se puede llegar al acuerdo de dar unos plazos para que dicho vecino pueda liquidar su deuda cómodamente.
Las situaciones más difíciles
Pero hay ocasiones en las que nos encontramos con un vecino que aparte de moroso, se niega a colaborar con nosotros y con la comunidad para lograr llegar a un acuerdo amistoso para liquidar la deuda. Por ello es necesario que pongamos en marcha otro tipo de vías para solucionar el problema. La vía más radical es la vía judicial. Es decir, debemos demandar al vecino que se niega a cumplir con sus pagos ante la comunidad para que un juez le dictamine los plazos en los que debe pagar su deuda y el resto de pasos a seguir.