Esperamos que estéis llevando bien la pandemia, parece que el número de casos baja, pero precaución con la mascarilla. En esta ocasión desde el blog de La Cestita del Bebé vamos a dedicar el artículo a cuando el aprendizaje y evolución de vuestro peque sufre un traspiés y vuelven a hacer cosas de cuando eran más pequeños. Se trata de una situación indeseada pero que puede ser completamente normal, vamos a ver porque y cómo actuar.
Familia feliz con bebéConforme nuestros peques crecen van evolucionando y adquiriendo más habilidades e independencia a la hora de hacer las cosas. Pero muchas veces como mamás y papás vemos que vuelven a repetirse comportamientos ya abandonados y de cuando eran más pequeños.
No debemos preocuparnos, es completamente normal, se suelen dar regresiones infantiles en muchos ámbitos que creíamos asentados como con el uso del chupete, con los pañales, comida y rabietas. Así que vamos a verlas con más profundidad y cómo hacer que los peques se sientan cómodos de nuevo para seguir con su fase de aprendizaje.
¿Qué es una regresión infantil?
Como ya hemos comentado y sabemos una regresión es volver a tener conductas que ya había superado en su evolución a un niñ@ mayor. El aprendizaje es constante pero debemos asentar las nuevas etapas, sino se puede dar que el peque no se sienta a gusto o preparado en la nueva etapa y vuelva al comportamiento anterior.
Las regresiones y vuelta a conductas anteriores se pueden dar en cualquier persona de cualquier edad. Pero lo más normal es que se vayan dando en las etapas de mayor aprendizaje de nuestras vidas, que se suelen dar entre los dos y 8 años.
Estas vueltas atrás frente a un cambio se suele dar por un trauma, crisis, miedo o vuelta a una zona de confort. No son situaciones graves, pero afectan a su día a día y se deben ir enmendando para que seguir con el aprendizaje del peque.
Principales causas que se dan tras las regresiones
Como hemos comentado esta pequeña vuelta atrás a retomar hábitos ya superados no suelen ser problemas serios, ni caprichos. Suelen ser temporales y siempre ay alguna causa detrás que la genera, como llamar la atención. Así que vamos a dar una lista con algunas de las principales causas que se dan con las regresiones:
- Perdida de algún familiar o mascota.
- Llegada de un nuevo bebé a la familia
- Problemas en casa y discusiones
- Divorcio o separación del papá y la mamá
- Cambios o mudanzas de vivienda
- Abusos o malos tratos
- Momentos estresantes como comenzar el cole o conocer gente nueva
- Problemas y acoso como el bullying.
Posibles indicios para detectar las regresiones
Son diversos los ámbitos y espacios que se dan cada día y que pueden acabar desencadenando una regresión o varias. Cada persona la demuestra de forma diferente y en la mayoría de los casos se dan con alguno de estos aspectos cotidianos:
- Problema de control de esfínter, se orinan y hacen caca de nuevo, cuando la fase del pañal ya estaba superada.
- Dejar de vestirse y asear sólo cuando ya lo hacían.
- Problemas y retrasos con el habla, perdida de comunicación así como destreza de pronunciación.
- Volver al chupete o chuparse el dedo como un bebé.
- Volver a tomar papillas y uso de biberón.
- Nerviosismo en la cama y alteración del sueño, pesadillas y mal dormir.
Estos son los principales casos de regresión que suelen dar en bebés y peques, se pueden dar incluso más de uno simultáneamente según la causa que lo origine.
Cómo gestionar las emociones para tratar las regresiones
Todos somos personas y tenemos sentimientos y emociones, a ellos algo les pasa cuando sufren una regresión y también es normal que nosotros nos preocupemos al verlos retroceder en su evolución y aprendizaje. Pero normalmente se superan por sí solos pero es importante prestar algo de ayuda si es necesario.
Siempre debemos actuar con precaución y debemos poner todos de nuestro lado incluso los hermanit@s.
Detectar el problema
Una vez detectada la causa, normalmente es porque requieren más atención por parte de los papás y mamás y es una forma de llamar la atención o pedir ayuda.
Debemos hablar con ellos para ver qué es lo que les genera estrés o les preocupa, así sabremos el desencadenante de la situación.
Comportamiento y actuación
No debemos dar demasiada importancia ni enfadarnos ni regañarles ya que podemos agravarla, debemos ser conscientes y ayudarles de una forma positiva, siendo tolerantes ni avergonzarles.
Ellos también se sentirán incomodos por la situación, así que debemos ser cariñosos y darles apoyo así se sentirá seguros y podrán seguir adelante sin problemas en su aprendizaje.
Darles toda la atención que necesitan
Vivimos tiempos muy estresantes en los que muchas veces no tenemos el tiempo necesario para lo fundamental. Debemos dedicar más tiempo a nuestros peques y sobre todo si ha sucedido algo fuero de lo normal como alguna situación de las que os comentamos en la sección de las causas.
Estar juntos, compartir experiencias, hablar y que se sientan arropados y comprendidos en todo momento es positivo para dejar atrás malas y experiencias y seguir adelante en el aprendizaje pasito a pasito.
¿Cuándo debemos preocuparnos?
Las regresiones suelen ser temporales hasta que los peques adquieren la confianza o abordan el problema para seguir su progresión de aprendizaje y autonomía. Pero debemos preocuparnos cuando se tratan de niños de 7 años o más y estas conductas siguen en el tiempo.
Lo normal es que una regresión se dé por un corto plazo de tiempo, como mucho una semana, pero si también se dan otros cambios emocionales y de conducta como agresividad, nerviosismo, conductas negativas, tristeza o depresión, lo mejor acudir al médico o a un profesional cualificado.
Para acabar debes saber que las regresiones en niños son habituales por lo que la gran mayoría de nosotros, los papás y las mamás hemos tenido que pasar. Debemos dejarles libertad con apoyo que cada persona lleva su nivel de aprendizaje y su evolución es diferente. Esperamos que estéis bien cuidaros mucho y nos leemos en la próxima ocasión.
La entrada Cómo actuar frente a regresiones de nuestros peques se publicó primero en Blog la Cestita del Bebé.