Continuamente hablamos de hábitos saludables, escribimos sobre ello, pero ¿cómo adquirir nuevos hábitos o modificar los que ya tenemos?
A comienzo de año son muchas las personas que se hacen propuestas con la intención de llevarlas a cabo después de tomar las uvas. ¿Cuántas lo consiguen realmente? Intentar cambiar de hábitos puede resultar muy frustrante si no se hace con planificación y conciencia de ello. ¡Cómo casi todo diría yo!
Ser consciente de ello es muy importante ya que un cambio de hábito debe producirse porque uno está verdaderamente convencido de que quiere que así sea. Hay que querer de verdad y hay que hacer un pequeño esfuerzo, sobre todo al principio, en el que la voluntad representa una parte importante de este cambio. La automatización viene después.
Cuánto tiempo se necesita
Probablemente has leído o escuchado que 21 días es el tiempo que según los expertos se necesita para cambiar un hábito. ¿Parece poco, no? En realidad son algunos más según un estudio llevado a cabo por Jane Wardle de la University College London para modificar hábitos relacionados con un estilo de vida saludable: la mayoría de comportamientos sencillos requieren una media de 66 días para convertirse en hábito y mantenerlo durante años. Algo más para otros actos más complejos.
Se trata de repetir algo cada día en la misma situación, para lograr que se convierta en una reacción automática a esa situación. Al principio será necesario hacer un ejercicio de voluntad, pero conforme se va repitiendo, el acto será automático.
Lo que no se mide, no se controla y no se mejora
Lo mejor que puedes hacer es planificarlo. Piensa en qué hábitos quieres modificar o adquirir y:
1. Haz una lista: no importa lo larga que sea, de momento haz una lista y sé realista con lo que te propones.
2. Revisa tu lista e intenta que aquello que has formulado ampliamente se liste de una manera más concreta, que el cambio a realizar sea pequeño. Por ejemplo, si has puesto “comer saludablemente” modifícalo por “tomar tres piezas de fruta al día”, “comer siempre sentado”, “masticar bien los alimentos”… o si has escrito “hacer ejercicio físico”, puedes concretar más en “caminar 15 minutos diarios”, “ir dos días a la semana a pilates”… Si en tu lista se haya “dejar de fumar”, piensa bien antes si fumas por hábito o por adicción.
3. Establece prioridades. No puedes hacer todos los cambios a la vez. Elige el orden en que quieres comenzar y empieza por un sólo cambio; dependiendo del grado de dificultad tal vez puedas con dos, pero mejor ir sobre seguro para alcanzar el resultado deseado y mantenerlo.
4. Una vez que comiences, sé constante y repite ese acto diariamente para lograr que deje de ser un acto voluntario y se transforme en un acto automático que se mantenga en el tiempo.
5. Ayúdate de un registro para que vayas viendo el progreso. Lo ideal es tener un calendario grande en un lugar que veas siempre sí o sí (la puerta del frigorífico, por ejemplo) y que vayas marcando en el calendario cada día que pasa y logras cumplir el objetivo. Ello te motivará a continuar.
6. Una vez que ese acto esté automatizado ya no necesitarás “llevar la cuenta”. Empieza con el siguiente de la lista.
Y una recomendación final, cambia los tengo que por quiero, y no sólo a la hora de modificar o adquirir nuevos hábitos, sino en general. Muchas veces este modo “inconsciente” de hablarnos a nosotros mismos nos limita bastante más de lo que parece a primera vista.
Tal vez sea éste uno de los primeros ítems de tu lista, o no. ¿Qué hábitos te gustaría modificar o adquirir?
Twitter: @AlimentaTuBiene
Facebook: Alimenta Tú Bienestar