Un
estudio de la Universidad de California, publicado en PLOS
Pathogens
señala que la toxopasmosis
conduce
a un aumento significativo del glutamato el neurotransmisor principal
y más importante en el cerebro, ya que transmite señales de
excitación entre las neuronas. Este aumento del glutamato es
"extracelular", y está estrictamente controlada por
células especializadas en el sistema nervioso central (cerebro y
médula espinal), llamadas astrocitos. La acumulación de glutamato
se ve en la lesión cerebral traumática, así como enfermedades
altamente patológicas y neurodegenerativas como la epilepsia, la
esclerosis múltiple y la esclerosis lateral amiotrófica (ALS). Una
de las funciones de los astrocitos es eliminar el glutamato
extracelular, para que no aumente a niveles patológicos que podrían
dañar las neuronas. Esto se logra principalmente mediante un
transportador de glutamato, llamado GLT-1, encargado de la regulación
de glutamato extracelular. Durante la infección por toxoplasma, los
astrocitos se inflaman y no son capaces de regular las
concentraciones extracelulares de glutamato. Además, el GLT-1 no se
expresa correctamente. Esto conduce a una acumulación de glutamato
liberado de las neuronas y las neuronas fallan. El uso de
ceftriaxona, restaura el GLT-1 y reduce el glutamato extracelular a
concentraciones normales, devolviendo la función neuronal a un
estado normal.
Revista Salud y Bienestar
Un
estudio de la Universidad de California, publicado en PLOS
Pathogens
señala que la toxopasmosis
conduce
a un aumento significativo del glutamato el neurotransmisor principal
y más importante en el cerebro, ya que transmite señales de
excitación entre las neuronas. Este aumento del glutamato es
"extracelular", y está estrictamente controlada por
células especializadas en el sistema nervioso central (cerebro y
médula espinal), llamadas astrocitos. La acumulación de glutamato
se ve en la lesión cerebral traumática, así como enfermedades
altamente patológicas y neurodegenerativas como la epilepsia, la
esclerosis múltiple y la esclerosis lateral amiotrófica (ALS). Una
de las funciones de los astrocitos es eliminar el glutamato
extracelular, para que no aumente a niveles patológicos que podrían
dañar las neuronas. Esto se logra principalmente mediante un
transportador de glutamato, llamado GLT-1, encargado de la regulación
de glutamato extracelular. Durante la infección por toxoplasma, los
astrocitos se inflaman y no son capaces de regular las
concentraciones extracelulares de glutamato. Además, el GLT-1 no se
expresa correctamente. Esto conduce a una acumulación de glutamato
liberado de las neuronas y las neuronas fallan. El uso de
ceftriaxona, restaura el GLT-1 y reduce el glutamato extracelular a
concentraciones normales, devolviendo la función neuronal a un
estado normal.
