Esta es una pregunta que la mayoría suele dejar de lado y es por eso que el 90% de las startups fracasa.
Uno de los aspectos más notables de muchos emprendedores con los que he hablado es que tienen una buena idea, pero su error radica en que no se han preguntado cómo esa idea tendrá una influencia en la vida de la gente. Y sin una buena respuesta a este interrogante el emprendimiento está destinado a fracasar.
Cada vez conocemos más casos de personas que, sin importar la edad, han roto los esquemas de su época para generar nuevas empresas; nuevos formatos para entrar en el mundo empresarial, pero han identificado de qué manera su idea puede mejorar la vida de la gente. Bill Gates tenía 19 años cuando fundó Microsoft, Steve Jobs 21 cuando inició Apple y Mark Zuckerberg 19 cuando creó Facebook. Mientras que Evan Spiegel cumplía 21 cuando fundó Snapchat y Elon Musk 29 cuando comenzó con PayPal. Los grandes emprendedores se centran intensamente en una oportunidad donde otros no ven nada.
Hoy la media de los emprendedores en España ronda los 40 años, pero la juventud no pasa hoy por la edad que recoge el documento de identidad sino por la actitud con la que se enfrentan ante la nueva era digital.
Hoy, cualquier emprendedor tiene suerte, porque nunca en la historia del marketing, la comunicación, la publicidad y los negocios, una persona tuvo tantas herramientas para desarrollar un negocio como ahora. ¿Y la financiación? Existe mucho dinero en el mundo y lo que no hay en exceso son las buenas ideas que puedan derivar en nuevos negocios. Muchos emprendedores desarrollan apps, pero ocho de cada diez que se lanzan y se descargan dejan de utilizarse a los tres días.
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En el Branding, ¿qué necesita saber un emprendedor para que su marca impacte? ¿Qué debe tener en cuenta para que se transforme y crezca?
Si el impacto de tu emprendiento hace que la vida de la gente mejore, ese emprendimiento tiene recorrido.
Por un momento hay que dejar de pensar que para ser emprendedor hay que vivir en Silicon Valley; las buenas ideas y el talento no conocen las fronteras. Nadie tiene el monopolio de las buenas ideas, de los mejores consejos o de las recetas exitosas. Es cierto que hay países y ecosistemas más proclives al emprendimiento, pero hoy es más importante el desarrollo de la idea que la idea. Una buena idea mal implementada es una mala idea.
Además, hay que tener en cuenta que la educación juega un rol fundamental, tanto en el ámbito académico como en el familiar. Los padres de Richard Branson, el fundador de Virgin, no tenían claro si las ideas y ambiciones de su hijo lo llevarían a buen puerto, pero decidieron confiar en él. “No sabíamos si era 99% estúpido o 1% excepcional. Nos aferramos a ese 1%”, afirmaron Eve y Ted Branson. Leerás a muchos autores que te recomendarán que te equivoques, que te equivoques mucho. Lo siento, no estoy de acuerdo. Hay países y sistemas que educan para que el error sea un aprendizaje, pero no es el caso de Latinoamérica ni de España, donde el error se penaliza. La reflexión que sirve de ejemplo es la de Bill Gates: “No lloriquees por tus errores; aprende de ellos.” Esa es la filosofía americana, de caerse y volver a levantarse.
Hasta el inicio de los años 90, el proceso de creación de marca ocurrió en el ámbito físico y tangible. A partir de entonces, con un internet más accesible y más masivo, la construcción, además de hacerse en el offline, se hace también en el online. La mayoría de marcas, por no decir todas, construyen hoy su mensaje, su comunicación y sus valores en ambos ámbitos. Pero lo más importante es como mejoran la vida de las personas. Esas son las relevantes. Si las personas no son importantes para una marca, esa marca no será importante para las personas.
Las marcas parten de un error si creen que por no tener una presencia digital la gente no habla de ellas. Puedes ser una pequeña empresa y no tener perfil en Facebook, Twitter o una web y la gente puede estar criticándote o ponderándote, depende de tus productos y/o servicios. Sí que es cierto que la construcción de una reputación puede llevarte toda una vida y puedes arruinarla en segundos.
Las condiciones ideales para los emprendedores no existen ni van a existir. Si alguien espera el momento oportuno, ese ya pasó y el segundo mejor momento es hoy. Es importante tener en cuenta que estamos empezando la segunda era de las redes sociales. Terminó la primera, necesaria, de exploración, de prueba, de error y muy efímera. La gente y las empresas buscaban una presencia en las redes apalancada por la cantidad de seguidores.
La segunda era de las redes sociales tendrá que ver con la tangibilización del tiempo, los recursos y el dinero invertido para estar en este ámbito, y con la rentabilidad y el retorno que puedas obtener. Hay que pasar de lo efímero a lo útil, de la cantidad a la calidad. Es una era apasionante donde hay muchísimo humo y muchísimos más vendedores de humo. El acceso a esta cantidad de información no nos hace más inteligentes, sino que nos proporciona más herramientas para tomar más decisiones.
Cada vez que emprendo me pregunto ¿cómo va a afectar lo que hago la vida de la gente? Si la respuesta es positiva sigo adelante con toda mi pasión. Si la respuesta es negativa, paso la página y paso al siguiente capítulo. En el libro de los emprendedores quedan muchas páginas en blanco por completar.
Por: Andy Stalman
Managing Director
Marketing News
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