por Aida Baida Gil
¿Cuántas veces te has propuesto hacer algo y, cuando ya estabas decidida, te ha surgido un imprevisto u obstáculo de última hora y has decidido abandonar? Seguro que sabes a qué me refiero (y si no lo sabes, ¡enhorabuena!). ¿Qué pasa cuando de verdad quieres hacer algo pero un obstáculo te lo impide?
¿La verdad? Que no estarías tan decidida, porque cuando quieres algo de verdad, pero de verdad de la buena como dicen los niños, no hay obstáculo que te pare. ¿O no?
En la vida es inevitable que surjan obstáculos, inconvenientes o imprevistos, es así y no se puede hacer nada. Así que lo único que determina hasta qué punto te afectan los obstáculos es tu actitud ante ellos. En general hay dos tipos de actitud predominantes, a ver con cuál te identificas: 1. Asumir que si ha aparecido un obstáculo en el camino es porque ese camino no es para ti y que es mejor abandonar.
2. Entender que los obstáculos son inevitables y, como dice María Tolmo en su libro “Una Princesa en el Espejo”: “Están ahí para probar tu perseverancia, tu creatividad y tu ingenio.”
Esto es algo que he hablado ya con varias personas, cuando te surge un obstáculo, ¿por qué en vez de pensar que es una señal de que vas por mal camino no lo interpretas como una prueba final de que de verdad quieres lo que dices que quieres? El problema es que la gran mayoría de las personas elije la primera opción y se rinden a la primera de cambio. Por eso no hay tanta gente que logre sus objetivos porque ven cada obstáculo como una señal de que ese no es el camino a seguir y abandonan. Pero ¿sabes qué? Eso no es más que otra excusa. Igual que el miedo, la vergüenza o cualquier “razón” que puedas tener tu. Todos nos ponemos excusas, para qué negarlo, pero hay que ser consciente de ello y no dejar que paralicen tu vida. Quien quiere algo, algo le cuesta; las cosas no se regalan y si te rindes ante el primer obstáculo ahí te vas a quedar.
Sin embargo, ¿sabes que tienen en común las personas que triunfan, que logran lo que quieren? Además en cualquier campo, que no se dejan detener por los obstáculos. Unos los consideran simplemente una piedra más del camino, otros una lección que aprender. A veces se ignoran, a veces son tan imponentes que te detienen temporalmente, pero nunca te planteas abandonar porque a ti no hay nada que te pare y abandonar no es una opción. Sí puedes contemplar hacer cambios, porque es imprescindible ser flexible, pero abandonar al primer contratiempo, de eso nada.
Esa es la actitud que te lleva más lejos. No es difícil de entender, pero sí de lograr. Hay personas que de manera innata son perseverantes y no hay nada que se les resista, pero muchas otras no. Entonces, ¿cómo lograr una actitud así?
Una de las cosas fundamentales es tener clarísimo por qué quieres lograr tu objetivo. Como siempre digo parece obvio, pero mucha gente en realidad no se ha parado nunca a pensarlo. Si de verdad quieres conseguir lo que te propones tienes que tener una razón que te impulse en cada momento, de forma que los obstáculos sean, como mucho, una molestia de la que deshacerte de una forma u otra. Aunque tengas días malos, aunque a veces tengas mil dudas y prefieras no levantarte. En esos momentos es cuando te recuerdas que, como decía Scarlett O’Hara
“Después de todo, mañana será otro día“.
¿Qué me dices? ¿Qué actitud vas a elegir a partir de ahora?
Fuente http://www.planemprendedor.com/como-afrontar-los-obstaculos-de-ultima-hora