Cuando contratamos un seguro de salud privado , al igual que hacemos con cualquier otro seguro del tipo que sea, lo que buscamos es desembarazarnos de riesgos, gastos y molestias para que sea otro, en este caso la compañía aseguradora, la que asuma tales cargas a cambio de la prima que acordemos.
Ahorrar dinero con tu seguro de salud
Por tanto es fundamental y prioritario plantearse previamente del modo más preciso posible cuáles son nuestras necesidades y qué debe cubrir o garantizar el seguro que contratemos.
Por ejemplo, es posible que un seguro de salud privado que no cubra los gastos odontológicos o que lo haga de un modo muy básico no nos interese. También abundan en el mercado seguros específicos pensados para cubrir una sola enfermedad o un número reducido de ellas o pólizas que solo nos cubrirán los gastos médicos que se produzcan en territorio nacional. Quizá sea interesante para usted un seguro así o, muy probablemente, no cubra sus necesidades.
Por todo ello es importante que evalúe previamente cuáles han de ser las coberturas irrenunciables para usted y sus seres queridos, si viaja frecuentemente al extranjero o no, etc.
Una vez que tengamos una idea suficientemente clara de lo que queremos y necesitamos podremos hacer una comparativa eficaz entre las distintas compañías aseguradoras existentes en el mercado, para lo cual nos podemos apoyar en un mediador o corredor de seguros.
Un buen corredor de seguros, una vez informado de nuestras aspiraciones, podrá fácilmente buscar entre las múltiples ofertas que cumplan con nuestros requerimientos, aquella que más se ajuste a nuestro presupuesto.
Lo cual no quita de que sea siempre aconsejable leer con detenimiento las coberturas del seguro que sopesamos contratar para tener claro de modo muy nítido qué cubre y con qué límites, si es que los hay. Es la mejor forma de asegurarse antes de firmar la póliza de que cada céntimo que salga de nuestro bolsillo estará óptimamente invertido.