La zona del contorno de ojos es una de las partes del rostro más delicadas y en la que pronto se hacen visibles los signos del envejecimiento y la oxidación de la piel.
La porosidad y sensibilidad de la piel de la zona del contorno de ojos es distinta a la del resto del rostro, por lo que en primer lugar adquiere un contorno de ojos adecuado para tu tipo de piel y tu bolsillo.
Sobre todo, yo recomiendo que dado el periodo del año en el que estamos optes por un contorno con protector solar para evitar manchas y envejecimiento de la piel prematuro.
Un buen ejemplo es el EYE CONTOUR CREAM SPF 50+ de Lancaster que por 34.90€ te asegura hidratación, nutrición y protección ante los efectos nocivos de los rayos solares con un SPF50 como indica el propio nombre del producto.
Para aplicar el contorno es importante que la piel esté limpia, por lo que primero debes realizar tu rutina de limpieza facial (mañana y noche, no te escaquees) para evitar acumulación de impurezas y favorecer la absorción de las propiedades que tenga el contorno que finalmente hayas elegido.
Seguramente hayas escuchado muchas veces que el contorno de ojos no se extiende, se aplica a golpecitos ligeros, sin arrastrar el producto para evitar la formación de arrugas.
Si además quieres favorecer la circulación de la zona para trabajar, por ejemplo, las ojeras o las bolsas, aplícalo desde el exterior al lagrimal de cada ojo. Sin olvidar el toque final en lo que con el tiempo serán las temidas patas de gallo. Si por el contrario no tienes bolsas, aplícalo en sentido contrario pues será más eficaz contra las líneas de expresión.