Hoy, después de abrir el armario de las galletas y ver que tengo un montón de paquetes sin abrir se me ha ocurrido hacer algo divertido con ellas. No sé si os pasa a vosotros pero en mi casa mis hijos van por modas. Yo siempre digo (incluso ya se lo decía también al padre de las criaturas) que deberían vivir en un supermercado. Que les apetece magdalenas, compro magdalenas pero a la semana, se pasó la moda de las magdalenas y así ocurre con infinidad de productos de esos de capricho: lácteos, chocolates, snacks, galletas…
Pues bien, ahora le ha tocado el turno a las galletas, las redondas María de toda la vida. Cuando les da por ellas, no doy a basto comprando paquetes y paquetes pero, de repente, de un día para otro dejan de comerlas… como si jamás hubieran existido para ellos. Es más ¡incluso se atreven a decir que no les gustan y QUE NUNCA LES HAN GUSTADO!
Como ya estoy harta de tener que tirar cosas he decido buscar por ahí, cómo aprovechar estas galletas a ver si así las aprovechamos y encontré esta idea tan original en el blog Cocinando con mi Carmela
Tarta de chocolate blanco y galletas
Ingredientes:
- 500 ml. de nata líquida
- 250 gr. de queso cremoso
- 150 gr. de chocolate blanco
- 1 paquete de galletas María
- 1 sobre y medio de cuajada
- 150 gr. de azúcar
- 250 gr. de leche
- Caramelo para la decoración
Preparación:
- Prepara un molde redondo y rellénalo con las galletas María bien cubierto y sin que quede ningún hueco.
- Pon en una cazuela la nata, el queso, la leche y el azúcar hasta que hierva.
- Añade el chocolate y remueve hasta que se derrita.
- Añade la cuajada y remueve varios minutos.
- Vierte toda esta mezcla en el molde que habías preparado anteriormente.
- Deja enfriar y sin mover e introdúcele en el frigorífico durante una hora.
- Adorna con caramelo, sirope, chocolate…
¡Menuda pinta tiene el pastel! ¿Te atreves a hacerlo?