Revista Cultura y Ocio
Los aficionados al piano suelen preguntarnos a los profesionales cómo pueden avanzar, sobre todo si son autodidactas y no asisten a clases o no tienen profesor. Cada caso es un mundo, pero cuando me hacen esta pregunta suelo recomendar que se trabaje en varios frentes. En primer lugar fuera del piano. ¿Resulta extraño verdad que puedas mejorar tocando el piano sin sentarte delante, ¿verdad? Pues es posible, porque educar o seguir educando el oído es fundamental para la música y para el piano. Recomiendo la escucha pasiva de música relacionada con lo que quieres tocar, es decir, estar escuchando mientras haces otra cosa. Incluso concentrado en conducir o estudiar el cerebro trabaja la audición. Esto sería una primera fase, porque, como es lógico, lo esencial es trabajar la escucha activa: cantar la melodía que hayas escuchado o una de la que te acuerdes, imaginar qué viene detrás de un fragmento que estés escuchando, etc.
Lo segundo a lo que yo doy muchísima importancia es la memoria musical (auditiva, visual, digital). Aunque no vayas a tocar de memoria, es necesario desarrollarla para que el cerebro no sea lento al ordenar un movimiento a los dedos, mano o brazo y a los pies, para los pedales. Memoriza todo lo que puedas: una melodía, la grafía de un fragmento, el gesto de un fragmento, etc.
A la hora de trabajar el piano lo más importante es distribuir bien el tiempo. El 60% del tiempo de estudio yo lo dedicaría a la técnica pura (escalas, arpegios, etc.) o técnica en las obras (un fragmento con escalas, otro con octavas, etc. ). Recomiendo estudiar a la velocidad en la que puedas hacer bien el gesto, ya que no sirve de nada repetirlo mal porque crea reflejos incorrectos. Si el pasaje es muy complejo, hay que dividir los problemas y trabajar manos separadas y, dentro de una mano, una parte de un acorde, luego entero, etc. El 40% restante aconsejo dedicarlo a la interpretación de las obras, lectura de piezas que te gusten, teniendo en cuenta que la lectura a primera vista siempre tiene que ser más fácil que el nivel de obra que estemos estudiando, y al repaso de otras que hayas estudiado en el pasado.
Un ejemplo de programa de fondo para mejorar podría incluir estudios de Carl Czerny, obras polifónicas de J. S. Bach, alguna de las sonatas de J. Haydn y alguna pieza más de tu repertorio favorito (clásico, romántico, impresionista, etc.)
Por último, la regla de hora de todas las actividades en las que queremos mejora es ¡PRACTICAR! En el piano hay que ser regular, más vale practicar media hora todos los días que siete horas un día y nada durante semanas. Menos, si se es constante, es más.