Es muy frecuente que los bebés se encuentren molestos por los gases. Por ello es motivo frecuente de consulta de los papás: ¿Qué podemos hacer para evitar o ayudar o expulsar los gases del bebé?
¿Por qué se producen los gases?
Existen varias formas por las cuales el bebé puede acumular gases. La primera de ellas es que el bebé trague demasiado aire: por ejemplo, los bebés que toman biberón suelen tragar más aire al comer. En este caso hay que fijarse si la técnica a la hora de dar el biberón es correcta. La tetina debe estar llena de leche. También ocurre si come con mucha ansiedad. Para evitar esto último, es necesario dar tomas frecuentes, y no esperar a que llore para empezar la siguiente toma (recordad que el llanto es un signo tardío de hambre). Los bebés alimentados con leche materna también pueden tragar aire, sobre todo si pasan mucho tiempo al pecho.
Otro motivo es la dificultad para expulsarlos. Hay niños que están estreñidos, y de igual forma que tienen dificultad para expulsar las cacas, también la tendrán con los gases. El retenimiento de las heces durante mucho tiempo produce que estas fermenten, produciendo gases. En este caso será necesario tratar el estreñimiento. Hay otros bebés que muestran dificultad para expulsar las heces, pero que finalmente realizan deposiciones de consistencia normal. En este caso se llama disquecia, y se produce por incoordinación a la hora de relajar la musculatura del suelo pélvico. En este caso no hace falta tratamiento, es cuestión de tiempo.
Y por último hay niños que producen más gases de lo normal, por ejemplo en patologías como la intolerancia a la lactosa (infrecuente en los lactantes), la alergia a la proteína de leche de vaca, o exceso de ingesta de lactosa (en bebés que toman leche materna, pero no vacían el pecho completamente, tomando la leche inicial, rica en lactosa).
¿Es necesario expulsar los gases siempre?
De igual forma que un adulto no precisa eructar después de cada comida, los bebés tampoco. No es obligatorio que lo hagan después de cada toma. Y además, pueden hacerlo sin que nosotros nos enteremos, puede pasar desapercibido, no hace falta escuchar el típico ruido.
Si durante la toma notas al bebé intranquilo, puedes probar a sacarle los gases. Muchos eructan y siguen con su toma tan ricamente. Si no hay indicios de malestar, no es necesario que interrumpas la toma por este motivo. Tras finalizar la toma se puede poner al bebé a expulsar los gases, con las posturas que veremos a continuación. Pero si no lo hace, y el bebé está tranquilo, no debemos preocuparnos.
¿Qué hacer en caso de gases?
Lo fundamental es evitar su aparición. Para ello debemos intentar que el bebé coma despacio, evitando que entre aire en la tetina. En caso de lactancia materna, asegurar un correcto agarre y evitar tomas muy prolongadas.
Se utilizarán las posturas del siguiente apartado. En caso de llanto,suele ayudar movilizar al bebé, con movimientos de balanceo o con palmaditas suaves en la espalda. Esto facilita la movilización de gases.
Posturas para favorecer la expulsión de gases en los bebés
Un punto clave para conseguir la expulsión de los gases es la postura que elijamos para poner a nuestro bebé.
Una de las más comunes es en posición erguida sobre el hombro del cuidador. El niño estará erguido, de modo que su cabeza quede a la altura del hombro. Se le darán golpecitos suaves en la espalda, o bien circulares, para facilitar la salida de gases.
Otra es boca abajo. Puedes poner al bebé en tu regazo en esta posición, o si no pesa demasiado, ponerlo encima de tu brazo, de modo que su estómago repose sobre tu mano, de modo que su propio peso ejerce presión sobre su barriguita.
Y por último sentado, cuando el bebé ya es mayor y puede mantenerse en esta posición. Con una mano se sostiene suavemente la barbilla, y con la otra lo mismo, se aplican suaves golpecitos en la espalda.
Si lo que precisamos es ayudar al bebé a expulsar algún pedete, se puede acostar y doblar las piernas hacia arriba, es decir, plegándolas sobre su cuerpo, o hacer el ejercicio de "la bicicleta", cogiendo sus piernas y flexionándolas una a una como si pedaleara.
Los masajes en la barriga del bebé, en movimientos en sentido de las agujas del reloj, siguiendo la dirección del tránsito intestinal, también son beneficiosos para este fin.
¿Puedo darle algún medicamento para ayudarle?
Existen ciertos fármacos que se han usado para tratar los gases en los lactantes, pero no son efectivos en todos los casos. Se ha utilizado el Aerored o enterosilicona, pero os aconsejo que sólo se lo deis a vuestros bebés por indicación de vuestro pediatra.
Recientemente se han empezado a utilizar los probióticos: Reuteri, Prodefen... para equilibrar la flora intestinal.
Fórmulas lácteas anticólicos, con formulación específica para evitar o reducir la explusión de gases, no han demostrado eficacia.
Preparados homeopáticos como el Colikind o Colimil,aunque sí que es cierto que algunas mamás cuentan sus maravillas y su efectividad, tampoco tienen respaldo científico.
¿Son útiles las infusiones?
No recomiendo las infusiones, y menos aún, las infusiones comerciales. Ya os hablé del uso de la manzanilla en bebés aquí. En caso de las comerciales, que ya vienen preparadas, tened en cuenta que es prácticamente TODO azúcar, con cantidades casi homeopáticas de plantas.
¿Y si nada funciona?
A veces pasa que a pesar de todas las medidas previas, nada es efectivo. ¿Nada? Hay algo que asegura que el bebé deje de sufrir los temidos gases: el tiempo. Sobre los 3-4 meses, suelen desaparecer por arte de magia.
Conclusión: paciencia.