Revista Infancia

¿Cómo ayudo a mi hijo adolescente a mejorar su autoestima?

Por Mamapsicologain @mamapsicologain

Si estás leyendo esto, es probable que te preocupe cómo se siente tu hijo o hija consigo mismo. Quizá lo ves inseguro, más callado de lo habitual, con esa mirada que no sabes muy bien si es tristeza, rabia o simplemente desconexión.

A veces cuesta entenderles, y más aún saber cómo ayudarles. Pero estás aquí, y eso ya dice mucho: te importa, y quieres hacerlo bien.

Hablar de autoestima en la adolescencia no es hablar solo de “sentirse bien con uno mismo”. Es algo mucho más profundo. Tiene que ver con cómo se valora, cómo se habla a sí mismo, cómo enfrenta sus retos, cómo reacciona cuando falla.

Y claro, en una etapa como la adolescencia, donde todo cambia, donde las emociones están a flor de piel y las comparaciones son constantes, una autoestima sana es uno de los mejores regalos que podemos ayudarles a construir.

¿Qué es realmente la autoestima?

La autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos. Y como madres y padres, es importante entender que no nace de la nada. Se forma desde la infancia, se moldea con nuestras palabras, con las experiencias, con lo que ven en nosotros, con lo que aprenden en casa, en el colegio y, cómo no, con lo que reciben del mundo digital en el que viven.

“Un adolescente con buena autoestima no es quien nunca duda, sino quien, incluso dudando, se siente capaz de avanzar”.

Señales que pueden indicar una autoestima baja en un adolescente

Es fácil pasar por alto algunas señales, sobre todo porque muchas veces se camuflan bajo el “es que está en la edad”. Pero la adolescencia no debería ser una etapa de sufrimiento constante. Si ves que tu hijo o hija:

  • Se compara continuamente con los demás
  • Evita retos por miedo a fracasar
  • Se critica duramente cuando comete errores
  • Necesita aprobación constante
  • Se aísla o le cuesta socializar
  • Tiene cambios bruscos de humor o está más irritable

…es posible que esté lidiando con una autoestima frágil. Y sí, podemos hacer mucho por ayudarle.

¿Qué puedes hacer tú como madre o padre?

como ayudo a mi hijo adolescente a mejorar su autoestima

No se trata de convertirnos en psicólogos ni de tener todas las respuestas. Se trata de estar, de observar, de escuchar sin juzgar. Aquí tienes algunas claves que pueden marcar la diferencia:

1. Refuerza lo positivo… sin exagerar

Reconoce sus logros, sí, pero también su esfuerzo. No se trata de halagar por halagar, sino de validar lo que realmente hace bien. Eso le ayuda a construir una autoimagen realista y sólida.

2. Cuida tu lenguaje

Las palabras dejan huella. Un “eres un desastre” o un “nunca haces nada bien” puede calar más de lo que imaginamos. Habla desde lo que sientes: “Esto me preocupa”, “Me gustaría ayudarte en esto”. Y si hay que corregir, hazlo desde el comportamiento, no desde la etiqueta.

3. Dale espacio para equivocarse

Aprender implica fallar. Si le protegemos de cada caída, no le estamos ayudando a crecer, sino a dudar de su capacidad para levantarse.

4. Escucha más de lo que hablas

A veces no quieren consejos. Solo quieren ser escuchados, sin que les interrumpamos ni intentemos “arreglar” todo. La escucha activa es uno de los mayores regalos que podemos ofrecerles.

5. Ayúdale a descubrir sus fortalezas

¿Con qué disfruta? ¿Qué se le da bien? ¿Qué le hace sentir útil? Potenciar sus intereses, sin presiones, le permite conectar con su identidad y desarrollar confianza en sí mismo.

¿Y si no logras ayudar a tu hijo o hija adolescente?

No tienes por qué poder con todo. Nadie puede. Y eso también es un acto de amor: reconocer que, a veces, pedir ayuda profesional es la mejor manera de ayudarles.

En Terapéutica en Alza, psicólogos en Zaragoza, trabajan cada día con adolescentes que se sienten perdidos, que arrastran inseguridades o que han dejado de confiar en sí mismos. Su terapia con adolescentes está pensada para crear un espacio seguro donde puedan expresar lo que sienten, entenderse mejor y aprender herramientas para fortalecer su autoestima y afrontar sus retos personales.

No es magia. Es trabajo, compromiso y una relación de confianza. Pero los resultados llegan. Y lo mejor es ver cómo poco a poco vuelven a mirarse con más cariño, con más respeto, con más ganas.

Ya estás haciendo más de lo que crees

Si has llegado hasta aquí, es porque te importa. Y eso ya es mucho. La adolescencia es compleja, sí. Pero también es una etapa de oportunidades, de crecimiento y de descubrimiento. Con el acompañamiento adecuado, pueden aprender a valorarse, a aceptarse, a enfrentarse al mundo con seguridad.

Y si alguna vez sientes que no sabes cómo seguir, que no llegas, que te preocupa su tristeza, su actitud o su mirada perdida… cuenta con ayuda psicológica profesional. Es esencial ayudarte a ti, y para ayudarle a él o ella a reencontrarse con quien es.

Imágenes cortesía www.freepik.es

Publicaciones relacionadas:

  1. Claves para mejorar la relación entre padres e hijos en la adolescencia
  2. Guía para padres sobre los menores y las tecnologías de la información.
  3. Cómo evitar que la violencia infantil tome las riendas del hogar  

Volver a la Portada de Logo Paperblog