Revista Cultura y Ocio
Y vivimos como haciendo ruiditos de salamanquejas,Como tragando llamas,Como bautizando larvas.
Pero bien lo sabemos:Un día nos da por meternos con nosotros,Por saltar fuera del agua y encontrarnos,Por silbar en el orificio que nos dejó el balazo de la hipófisis,Por tejer con cáñamo el pescuezo.
Bien nos ponen a andar sin sueños en los díasY entonces se nos viene la nostalgia de retener arrogantes algo que existió entre los pañales,De consultar con los juguetes el destinoO escondernos en algún rincón de los mimos que tuvimos.
Así va la piel aguantando polvo de contratos y agoníasCon su lustrado padecimiento en los espejos,Reconociendo un poco, en los labios de otros,la sed compungida en los orgasmos,la revelación de un sexo cansado, y al final, la dura costra que dejaron todosen los cristales de amor que tanto recelamos.
Una señal nos sobrevendrá como un pellizcopara enterarnos que hasta el placer algún día será recuerdo en la saliva.
Dios no sabe de su vació en la tristeza ni de su ausencia creciendo como un grano en la cabezapero nos puso en el mismo galpón para matarnos.
El rostro que instalamos para aguantar la vidase irá resquebrajando añorando el pedazo de sonrisa que olvidamos.
Se nos irá poniendo blanco el vientrey se nos hincharan las piernas como nubes de tormenta;los años se apretujarán hasta explotar cigarra en las carúnculas,
se nos llenará el atlas con una espuma tiznada de fantasmascomo si adentro se fueran a poner en la tarea de hamacarnos los indultos.
Otras cosas que llamaremos hijos irán preparando el ánfora y los pernospara que ni las cenizas o los huesos puedan gemir contra el olvido
Pero estamos aquí, sintiéndonos tan vivos, como esa luz que titila en las alturassin saber siquiera que hace mucho se nos puso la fecha de vencido.