Durante largo tiempo se ha pensado que la fibra no era esencial en la alimentación del ser humano ya que el sistema digestivo no está preparado para digerirla. Estas creencias han ido cambiando a lo largo de los años y gracias a los estudios que se han venido publicando, ahora sabemos que con tan solo siete gramos de fibra al día podríamos llegar a reducir hasta en un 9% el riesgo de padecer problemas cardiovasculares.
Los análisis realizados en la Universidad de Leeds (Reino Unido) a distintos tipos de fibra concluyeron, que a medida que se aumenta la ingestión de fibra natural, es decir la que contienen los alimentos, se aprecia una mayor protección coronaria o cardiovascular y lo hace además de forma proporcional, 7 gramos adicionales, un 9% más de protección.
Tipos de fibra y características
Hay dos tipos de fibra: la soluble y la no soluble. Veamos los dos tipos de fibra más específicamente.
- La fibra soluble se disuelve en el agua fácilmente. A su vez, la fibra soluble está compuesta por mucílagos, pectina y gomas. Puedes encontrar la fibra soluble en avena, legumbres, cebada, manzana, frutas cítricas, frutillas y zanahoria.
- La fibra insoluble por el contrario, no se disuelve en el agua pero sí puede absorber dicha agua. La fibra no soluble está compuesta de celulosa, almidón no digerible, lignina y hemicelulosa. La fibra insoluble puedes encontrarla fundamentalmente en cereales integrales como harina de trigo integral, salvado de trigo, semillas, lechuga, espinacas, acelga, repollo, brócoli, uvas, uvas pasas, patatas, arroz, habichuelas o frutos secos.
Los beneficios de la fibra son numerosos:
Si nos referimos a la fibra soluble, nos encontramos con:
- una gran ayuda para el desarrollo de las células intestinales y el crecimiento de la flora bacteriana,
- defensa natural para la diarrea.
- hace más lenta la absorción de la glucosa y de los hidratos de carbono por lo que es un buen aliado para la diabetes.
- ayuda a la reducción del colesterol en sangre.
En cuanto a la fibra no soluble, es decir la que no se disuelve en el agua pero que tiene la capacidad de absorberla:
- tiene efecto laxante,
- acelera el tránsito intestinal y
- facilita la salida de las heces.
- aumenta el tamaño de los alimentos por lo que produce sensación de saciedad.
- ayuda a reducir los niveles de estrógeno en mujeres premenopáusicas en un 17%.
Es recomendable por tanto poner una buena dosis de fibra en nuestra alimentación ya que es una inestimable ayuda en nuestra salud y la podemos encontrar de forma fácil y rica. Aunque no lo creas, casi el 50% de las muertes en Europa tienen que ver con los problemas cardiovasculares, por lo que el consumo de un poco más de fibra natural reducirían considerablemente estos tipos de problemas y otros muchos.