La película es la adaptación del libro infantil de mismo título de Maurice Sendak. Max es un chico solitario, con pocos amigos y con una hermana mayor (seguramente los que la tengan sabrán que quiere decir esa frase). Aunque el chico ya es mayor para hacer rabietas cada dos por tres, lo sigue haciendo. Chilla, corre y lo destroza todo a su paso. Un día, después de una discusión con su madre y un intento de morderla, Max se escapa de casa. Corriendo sin parar llegará a un lago, donde iniciará un viaje inolvidable que le cambiará la vida. Después de días remando, llegará a la tierra de las cosas salvajes, donde encontrará una serie de monstruos que viven allí. Esos monstruos lo eligirán como nuevo rey, y aunque al principio se lo pasará en grande se dará cuenta que no es tan fácil ser rey.
Spike Jonze se separa así de su guionista de confianza Charlie Kauffman. Y eso se nota en el resultado. Desengañemonos no estamos ante otra película al estilo de Adaptation o Being John Malkovich, pero esto no es malo. Spike Jonze se lo trabaja junto con Egges y consigue hacer un producto personal y con muchas ideas interesantes.
La película divaga en un caos, un caos comprensible, pues la tierra de las cosas salvajes no es más que el cerebro, el mundo imaginario de un niño. Un niño que cuando le dicen que puede hacer lo que quiere, decide que lo principal es divertirse, pasárselo bien y jugar. Un niño que no entiende de orden y de decisiones importantes, que solo piensa en peleas de arena y de saltar. Spike Jonze nos recuerda una y otra vez que aunque hemos madurado y no somos esos niCon la entrada al evento podrás acceder a la comida de networking exclusiva que se hará en la terraza del hotel con espectaculares vistas a la ciudad de Barcelona.
Únicamente 60 plazas disponibles.
¿Te lo vas a perder?
ños que corrian para dejar atrás los problemas esperando a que se resuelvan solos, continuamos teniendo esa parte caótica y loca que muchas veces acaba reprimida. Todo este caos y locura siempre está mezclado con un aire melancólico, quizás porqué nunca se volverá a ser niño, quizás porqué tampoco es todo tan bonito cuando tienes 10 años...
Spike Jonze decidió personalizar ese caos y esa pizca de locura con monstruos, unos monstruos grandes, peludos, divertidos, a menudo irascibles y cascarrabias. Carol, Alexander, Judith, Ira y Douglas representan partes de la compleja personalidad del joven protagonista. Unos monstruosos compañeros que le enseñarán que el mundo de los adultos no deja de ser su pequeño mundo puesto en orden, y que aunque se enfade con su madre siempre la va a tener allí. Un final un tanto convencional que sin embargo no deja de ser bonito. Asi mismo la "creación" e animación de dichos monstruos es un trabajo con un muy buen y cuidado resultado de la factoría de Jim Henson.
Max Records es el protagonista absoluto de Where the Wild Things Are. De la misma manera que es el rey dentro de su imaginación es el eje central de la película. Su actuación es impecable. Le acompaña un reparto espectacular. Actores que se nota que querían trabajar con Spike Jonze, porqué unos solo ponen la voz y los otros apenas salen 5 minutos. Supongo que es lo bueno de ser un director reconocido, que pides actores y se te presentan Mark Ruffalo, Catherine Keener (una fija del director), y James Gandolfini, Paul Dano, Forest Whitaker y Chris Cooper para ponerle voz al peludo monstruo.
Como conclusión una película divertida, cercana, grande, entretenida, pequeña, tierna, caótica, melancólica, triste, alegre y con mucho ritmo donde Spike Jonze te recuerda que te lo pasaste en grande cuando eras pequeño, y es una época que aunque no es todo lo utópica que se muestra en la mayoría de películas y también sufres enfados, rabietas y a veces te sientes solo, es genial ser niño y pensar solo en divertirse.
Nota: 8/10
PD: Ahí os dejo una foto, que le hice a una amiga mía después de salir de ver la película. Nótese la cara de felicidad, casi parece el propio Max en plena guerra de bolas de tierra. Si es que seguimos siendo niñas jeje.