Hay ocasiones en las que la energía desbordante de nuestros hijos puede llegara a ser un problema, por eso debemos ayudarles a canalizar su energía de un modo adecuado. No hay nada malo en ser una persona vital, movida, enérgica, siempre y cuando toda esta vitalidad esté bien enfocada. Cuando se canaliza mal la energía sobrante puede suponer problemas de conducta que dificultan la vida familiar, social y escolar de muchos pequeños. Por eso hay que ayudarles a conducir de un modo adecuado toda su vitalidad proporcionándoles estrategias para liberar las tensiones acumuladas a lo largo de la jornada escolar.
Cómo canalizar la energía de tu hijo.
Sabemos por experiencia propia que los niños pequeños rebosan de energía: corren, saltan, brincan y no paran ni un momento. Tanto es así que algunos de ellos pueden llegar a extenuar al padre o madre más paciente y tolerante del mundo. Entre los 4 y 6 años hay niños que parecen tener un motor en marcha que nadie consigue parar. Niños completamente normales, sin tener trastorno alguno. Niños o niñas que sencillamente necesitan moverse del modo que sea para canalizar toda la energía que sienten en su interior.
Cuando tienes un niño que no para quieto un segundo, que le cuesta estar sentado en el sofá y que necesita liberar tensiones lo mejor que puedes hacer es ayudarle a canalizar su energía. El mejor modo de hacerlo es apuntándole a alguna actividad extraescolar en la que pueda realizar algún deporte: fútbol, baloncesto, natación, patinaje, ballet, … lo que sea pero que pueda moverse de un modo adecuado sin molestar a nadie.
Piensa que cuando los niños empiezan el primer ciclo de primaria, notan un cambio muy grande en sus vidas. De repente se les exige estar sentados en sus pupitres durante largos momentos, atendiendo a las explicaciones de sus maestros, y esto no es tarea fácil para un niño de 6 años.
Estas pueden ser algunas ideas que te ayuden a canalizar la energía de tu hijo:
- Apúntale a alguna actividad extraescolar donde pueda practicar algún de deporte.
- El teatro también es una opción muy buena para liberar tensiones.
- Antes de llegar a casa después del cole, permite un tiempo de parque para que corra, salte y juegue a su libre albedrío.
- En casa dale pequeñas tareas, que ponga la mesa, que ayude a recoger, incluso podéis jugara a Simón dice con frases como : “simón dice que levantes las manos por encima de la cabeza y saltes a la pata coja”, “Simón dice que hagas la croqueta”, “Simón dice que toques el suelo con las manos 5 veces”, …
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Una vez realizado un poco de ejercicio toca ir bajando el ritmo, para ello no hay nada mejor que darles un baño o una ducha, ponerles crema corporal con un aroma suave y sentarse un poco en el sofá, a ser posible con luz tenue y sin nada de ruidos. Ahora podemos hacer los deberes, tranquilos, calmado y relajados.
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