Como cargar de razón a un burro

Si hay algo que nunca podré perdonar a los pijoprogres del Psoe, es que me hagan saltar a defender a gente indefendible. Me explico.

El tal Horcajo de Intereconomía, se despachó a gusto con la noticia de que Carla Antonelli iría en las listas autonómicas del Psoe de Madrid. Y como no se podía esperar otra cosa, hizo sus pretendidos chistes y juegos de palabras con el chico-chica-chique y otros análisis profundos y sesudos del tema. En buena lógica, el que más y el que menos le cayó encima por dedicarse a valorar el hecho anecdótico de la transexualidad de la candidata y no su valía o falta de ella por sus capacidades intelectuales y gestoras. Y hasta aquí, todo dentro de la lógica de cada cual. Horcajo recibe hasta en el cielo de la boca y como es natural, cuanto más recibe, más encantado de conocerse está. Al fin y al cabo, el lema de su cadena es “Orgullosos de ser de derechas”, que es un motivo tan válido como otro para sentirse orgulloso y en que parte de la derecha se sitúa, no es más que materia opinable.

Pero resulta que, como también es lógico, la cadena Telecinco, que tiene en nómina fija discontinua (no tomar al pie de la letra), a la futura candidata, le da un micrófono y un grupo de palmeros a la susodicha para que se explique y replique al Horcajo  (objetivos de audiencias al margen). Y va la Antonelli y se explica. Dios no lo hubiera permitido.

Resulta, que va en las listas del Psoe de Madrid y además en un puesto que, según ella, le garantiza salir elegida (esto sería motivo de otro debate sobre las listas cerradas, que no es el de ahora), para que se le vea como transexual, porque la única forma de normalizar algo, siempre según su criterio, es hacerlo visible.  Ergo, está en la lista y en un puesto de privilegio por ser transexual.

Como esto es así (a confesión de parte, relevo de pruebas), lo lógico, lo coherente, lo profesional incluso, es que los palos y los panegíricos, le caigan en función de su transexualidad. Y lo lógico, lo coherente y lo profesional incluso, es que haya quien crea que hay que normalizar, es decir, hacer ver, a otros colectivos, y pidan que vayan en las listas y en puestos de salida, representantes de los tatuados con “Amor de madre”, de los que tienen fobia a pisar las juntas de los baldosines o de los que miran con deseo a las cabras que triscan hierba desnuditas, que es que van provocando.

Lo dicho, me cisco en los pijoprogres y las rabizas madres que los han dado a luz.