Revista Salud y Bienestar
Una investigación de la Universidad de Stanford, sugiere que la posición de la cabeza es más importante que el tensado el cuello. Todo se reduce a controlar cómo su cabeza se acelera hacia atrás después del impacto, que algunos piensan que es el principal factor que controla el riesgo de conmoción cerebral. Los investigadores hicieron su descubrimiento en un modelo de la cabeza y el cuello humano, pero confirmaron lo que encontraron en un modelo similar de un pájaro carpintero. El grupo ató pesos en miniatura a las cabezas de las personas para inclinarlos hacia atrás. Luego monitorearon cómo se movía la cabeza después de que los participantes relajaban o estiraban el cuello. A partir de esto, el grupo construyó un modelo de computadora simple que recreó la forma en que la cabeza se inclina hacia adelante y hacia atrás. Los investigadores realizaron simulaciones con este modelo que replicaron fuerzas de bajo impacto y encontraron que los músculos del cuello tensos redujeron ligeramente la aceleración de la cabeza. Pero también extendieron esas simulaciones para incluir los impactos de mayor fuerza, los tipos que podrían conducir a la conmoción cerebral. Al observar los impactos rápidos y duros, no parece importar si los músculos del cuello están tensos o relajados, los pequeños cambios en la posición podrían cambiar sustancialmente la aceleración de la cabeza. Cuando los investigadores alinearon su modelo de la misma forma que los pájaros carpinteros se agarran mientras picotean, notaron una aceleración de rotación muy baja. Las posiciones que podrían evitar las conmociones cerebrales podrían hacer que las personas sean más susceptibles a otras lesiones, como la parálisis, y lo que protege a una persona podría elevar el riesgo de lesión de otra persona involucrada en el mismo impacto. Este trabajo de modelado pueda ayudar a desarrollar mejores formas de prevenir lesiones en la cabeza. El trabajo fue publicado en Transactions on Biomedical Engineering.