¡Por fin han llegado esas vacaciones tan esperadas! Verano, calor y muchas ganas de realizar ese largo vuelo transoceánico programado desde hace tanto. Prepara tus maletas, el billete de avión y tus ganas de disfrutar, aunque recuerda que tu destino te deparará ese pequeño trastorno conocido como Jet Lag.
¿Qué es el Jet Lag?
Es el desequilibrio o trastorno que sufre nuestro reloj interno al realizar viajes transoceánicos en los que el horario no coincide con el nuestro habitual.
El cambio es mucho peor cuando viajamos de Oeste a Este. Por ejemplo si volamos de Madrid a China, cuando en España sean las 15:00h allí serán las 22:00h, por lo que deberemos acostarnos mucho antes de lo normal y madrugar un poco más de lo que estamos acostumbrados.
En el caso de viajar de Este a Oeste, nuestro reloj interno sufriría menos, ya que simplemente nos acostaríamos más tarde y nos daría la impresión de estar trasnochando.
Causas y consecuencias
La principal causa como bien hemos dicho anteriormente se debe a los largos viajes en los que atravesamos varios meridianos. Nuestro reloj interno abarca ciclos de 24,4 horas y al atravesar varias franjas horarias de la Tierra añadimos o restamos horas a nuestro reloj. Básicamente lo que sucede es que tarda en adaptarse al nuevo horario del país al que viajamos.
Lo habitual es que, como consecuencia de ello, suframos sueño durante todo el día y nos cueste dormir por las noches.
Cómo evitar o reducir el Jet Lag
La teoría es sencilla aunque la práctica, en ocasiones, no tanto. Básicamente se reduce a una buena adaptación de hábitos. Lo ideal es organizar tu horario con unos hábitos y rutina normalizada al nuevo horario, de ese modo te costará menos acabar con el jet lag y en dos o tres días desaparecerán los signos de cansancio y la peor consecuencia de este desorden interno: la dificultad de conciliar el sueño.
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