Tener los pies fríos es una sensación habitual durante los meses de invierno, pero las bajas temperaturas no son la única causa que lo provoca. Una mala circulación sanguínea o un calzado inadecuado también pueden reducir el calor natural de esta parte del cuerpo, entre otros factores.
¿Quieres saber más sobre los pies fríos, sus causas y su solución? A continuación, te contamos cómo prevenir y combatir los pies fríos en invierno con algunos sencillos consejos y remedios caseros. ¡Sigue leyendo y toma nota!
Pies fríos: causas y síntomas
Como apuntábamos al principio, sentir los pies fríos es una reacción totalmente natural a una baja temperatura ambiental. Cuando las temperaturas bajan, los vasos sanguíneos se contraen y aparece la sensación de frío. Las zonas más alejadas del corazón, como los pies y las manos, son las primeras en acusar esta pérdida de calor corporal como resultado de la disminución del flujo sanguíneo.
La mala circulación sanguínea también puede ser consecuencia de la falta de movilidad. Además de sentir los pies fríos, un riego sanguíneo insuficiente también puede producir en algunas personas sensación de hormigueo o pérdida de sensibilidad. Otra causa frecuente de los pies fríos en invierno es una sudoración excesiva, especialmente si usamos calzado o calcetines no transpirables. Si el sudor no se elimina, aumentará la humedad dentro del calzado y nuestros pies se enfriarán.
Además, es importante tener en cuenta que los pies fríos también pueden ser un indicador de enfermedades como la neuropatía diabética, la fibromialgia, el hipotiroidismo o la arteriosclerosis. Si la sensación de pies fríos persiste durante varias semanas, lo más recomendable es visitar al médico para que este evalúe las posibles causas y te oriente sobre la solución más recomendable en cada caso.
Consejos y remedios fáciles para tratar los pies fríos en invierno
- Evita el sedentarismo
¿Trabajas todo el día sentado frente al ordenador? ¿Cuando llegas a casa, solo tienes ganas de acomodarte en el sofá? Una vida demasiado sedentaria puede perjudicar seriamente a nuestra salud, aumentando el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes, problemas de sobrepeso u obesidad o depresión pero, ¿sabías que la falta de actividad física también puede ser una de las causas de los pies fríos?
Llevar una vida activa es la mejor manera de evitar estos problemas. Al movernos, activamos la circulación sanguínea y el cuerpo recupera temperatura de forma natural. Practica ejercicio físico regularmente y si trabajas sentado, evita mantener mucho tiempo la misma postura y haz pausas frecuentes para mover las piernas y reactivar el riego sanguíneo.
- Elige un calzado y unos calcetines adecuados
El calzado que usamos durante el invierno es fundamental para evitar que las bajas temperaturas afecten a nuestros pies. A la hora de elegir unas nuevas botas o zapatos de invierno, presta atención también a los materiales, asegurándote de que sean transpirables para evitar la acumulación de humedad en el interior.
Las botas y botines son una opción excelente para estos meses de frío, especialmente si cuentan con un forro interior de lana o tejido polar, ideal para combatir los pies fríos. Los calcetines también serán tus grandes aliados si sufres habitualmente este problema, con la lana como material estrella.
- Usa plantillas para el frío
Incorporar a tu calzado de invierno unas plantillas para el frío es otra solución muy efectiva para combatir los pies fríos. Las plantillas de lana son una de las opciones clásicas para los meses de invierno, un material natural, transpirable, excelente para mantener el calor y muy agradable al tacto, gracias a su textura suave y mullida.
Las plantillas de piel también son una excelente elección para proteger tus pies del frío. Dentro del catálogo actual de plantillas de invierno también destacan las plantillas fabricadas con tejidos técnicos, capaces de ofrecer un confort térmico óptimo con un grosor mínimo, por lo que resultan muy cómodas de usar con cualquier tipo de calzado.
- Mantente bien hidratado
¿Sabías que la deshidratación también puede provocar frío en los pies? En estos casos, la solución para los pies fríos es realmente sencilla. La Organización Mundial de la Salud recomienda beber entre 1,5 litros y 2 litros de agua al día, aunque la cantidad adecuada dependerá también de nuestro sexo, nuestra edad o nuestro peso, entre otros factores. También puedes aumentar tu ingesta de líquidos con caldos, zumos o infusiones, perfectas para entonarse durante los fríos meses de invierno.
- Hidroterapia
Remojar los pies en agua tibia durante unos minutos al terminar tu jornada o realizar baños de contraste, alternando agua fría y agua caliente, son otras soluciones sencillas pero muy eficaces para combatir la sensación de pies fríos en invierno. Estas prácticas activan la circulación de la sangre en los pies, reduciendo la sensación de frío, y relajan su musculatura, por lo que también es un remedio estupendo si sufres de pies cansados.
- Masajes relajantes
Aunque la mayoría del tiempo no seamos conscientes de ello, nuestros pies están sometidos a mucha tensión a lo largo del día, especialmente si trabajas de pie o andando. Masajear los pies durante unos minutos cada día es una de las medidas más recomendadas para cuidar de su salud y mejorar su bienestar.
Además, al igual que la hidroterapia, los masajes activan la circulación sanguínea, por lo que también te serán de ayuda para combatir los pies fríos. Y si aprovechas este momento para aplicar una buena crema hidratante o un aceite relajante, como el de romero o el árbol del té, conseguirás una rutina completa para el bienestar y la belleza de tus pies.
- Alimentos para combatir el frío
Algunos alimentos también pueden sernos de ayuda para combatir la sensación de pies fríos en invierno. Los alimentos ricos en magnesio, como las espinacas, la quinoa y muchos frutos secos, o especias como la pimienta, el curry o la canela aumentan la frecuencia cardíaca, lo que hará que fluya más sangre hacia los pies. Por otro lado, el alcohol, la cafeína o la nicotina tienen un efecto contrario.
Como ves, siempre que no existan patologías añadidas, los pies fríos son un problema bastante fácil de solucionar. Protege tus pies de las bajas temperaturas con un calzado, unos calcetines y unas plantillas de invierno, pon en práctica estos sencillos consejos para cuidarlos cada día ¡y prepárate para disfrutar del invierno como nunca!