Hoy es sábado, y para muchas personas suele ser el día de la semana que salen a cenar por ahí con los amigos, familia, etc… y en muchos casos, esas salidas finales, van a derivar en cadenas de restaurantes de origen norteamericano, famosas por el exceso de aporte calórico en sus alimentos y por precios relativamente económicos.
En otras ocasiones, esta situación suele darse entre semana, ya que por razones laborales disponemos de un corto periodo de tiempo para poder hacer el almuerzo a mediodía y esta opción es la más rápida para poder comer alguna cosa.
Antes de nada, ¿deberíamos de estar ahí sentados?, en realidad no, pero en muchas ocasiones la decisión no depende de nosotros (familia, trabajo, amigos, falta de tiempo…)
Por tanto y como se suele decir: “a grandes males, grandes soluciones.”
El problema principal que suelen esconder estos alimentos, es su pobre valor nutritivo ya que contienen altas cantidades de grasas trans, grasas saturadas, sodio y calorías.
Además, según los expertos en salud, debemos abstenernos de consumir más de 2 gramos de grasas trans por día.
Veamos pues como podemos hacer que esta situación sea lo menos agresiva para nuestra salud y nuestro cuerpo.
CONSEJOS NUTRICIONALES
• Estudia el menú con calma y no te guíes por la foto:
Para empezar, examina cuidadosamente la descripción del artículo. Puedes buscar los términos – frito, fritos, crema, crujiente y bañados. Estas descripciones indican la presencia de altas calorías y grasas nada saludables. Elije los alimentos que contengan más vegetales y carnes más magras.
• Olvídate de las colas o refrescos:
Las bebidas refrescantes, solo añadirán a tu cuerpo una cosa, más calorías que no necesitas (aparte del gas)
Elije agua natural.
• Evita los excesos de grasas:
Evita los preparados con alto contenido calórico, como quesos grasos, patés, mayonesa, mantequillas y todo tipo de cremas. Por ejemplo, puedes sustituir la mayonesa en un sándwich de pollo a la parrilla con salsa de tomate natural. Puede que el resultado final no sea el mismo, pero al subir a la báscula, el resultado final tampoco lo será.
• Come de una forma relajada:
Una cosa es que hayamos elegido el sitio, porque tenemos 30 minutos para comer, otra cosa es que a los 7 minutos ya estés levantándote de la mesa. Como el daño ya está hecho, hazte un favor a ti mismo y mastica cada bocado. Saboréalo y ses consciente de lo que te llevas a la boca, además estarás inivirtiendo más minutos en el proceso.
De ese modo evitarás caer en la tentación de pedir otra ración más.
• Controla el tamaño de las porciones:
Elige la porción más pequeña. Eso del BIG, MAXI, SUPER…. déjalo para otros. Piensa que un menú normal de estas características tiene asociadas aproximadamente unas 1.000 calorías. Evitando las patatas fritas y el refresco con gas, ya nos quitamos casi o más de la mitad. Por tanto, sustituye las patatas por una ensalada y deja las “súper raciones” para los jugadores de futbol americano.
• Ojo con el consumo de Sodio:
Este tipo de comidas nos aportan una elevada cantidad de sodio que por otro lado es el responsable de una presión arterial alta. Evita añadir sala a tu ensalada o la cantidad de la comida estará rozando el total del día.
Piensa que la cantidad recomendada al día suelen ser unos 5 gramos, y en un menú tipo se titua alrededor de los 4 gramos.
• Bacón:
El sabor que le da a los bocadillos, hamburguesas, platos combinados, es excelente, pero amigo mío, contiene grandes cantidades de grasa, calorías y su valor nutritivo es muy pobre.
Si quieres un sabor intenso en tu bocadillo, elige los pepinillos, la cebolla, la lechuga, el tomate y una pizca de mostaza. No es lo mismo, pero al menos no estarás tirando por tierra tu plan nutricional semanal.
• Postre:
De los postres industriales, ni hablamos…elegir el postre de turno que este anunciado en el cartel de la ventana, hará que el control de todos los puntos anteriores se pierda.
Este tipo de helados o postres, tienen unas cantidades ingentes de azúcar, grasas saturadas y conservantes de todo tipo.
Mejor te pasas por la frutería de camino a la oficina y te compras un par de manzanas que contienen fibra y te saciarán si te has quedado con hambre.
Se puede llegar a conseguir una alimentación saludable en los restaurantes de comida rápida, siempre que estemos dispuestos a sacrificar el sabor y no abusemos del privilegio de ir todos los días.
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