La popularidad al alcance de un clic
Si algo tienen estos tiempos que nos atraviesan es la saturación de todo. La trascendencia inmediata de aquel que quiere mostrar lo que hace. Y es de verdad valioso y justo que así sea. Tres décadas atrás, hacía cine el que tenía la posibilidad de acceder a los costosos equipos. Hoy se puede conseguir algo cien veces superior técnicamente a lo que se hacía en aquella época sólo con un celular.
Antes era cuestión de pulso para lograr un dibujo decente, ahora los software de PC o apps lo hacen por nosotros rápido y fácil. Un dibujo, una caricatura, que antes estaban en manos de artistas, ahora están al alcance de tres pasos en una pantalla.
La competencia frente a artistas incomparables
Claro que no es lo mismo, pero así como esta clase de recursos están al alcance de todos, también quienes tienen un talento se hacen conocer más fácil y con mayor alcance en esta época. Y eso hace que nuestra confianza merme en cuanto a la competencia. La realidad es por bueno que sea nuestro ego o autoestima, dudaremos a la hora de publicar lo nuestro si hay una oferta de tanta calidad a disposición.
Lo que es real es que ante la competencia, sigue primando la calidad y la eficiencia, y eso se consigue trabajando y perfeccionándose, porque público hay para todos y más con el tipo de llegada que tenemos hoy mismo. No importa si eres músico, actor, pintor o escritor. El talento en suma al trabajo, son imbatibles. Y por supuesto la dichosa perseverancia.
La dichosa perseverancia
Y esto merece un punto aparte, si aún no la has visto, te recomiendo “The Founder” la historia del dueño y gerenciador principal de McDonalds, que la hizo crecer a niveles insospechados sin que ni siquiera haya sido su idea. Sin dudas ese era el mayor talento de este hombre, cuyos escrúpulos pueden ser cuestionados sin ningún temor. No quiero adelantarme a la trama si deciden ver la película, pero tengan en cuenta que literalmente despojó a pura presión legal y táctica a los creadores de la franquicia para que le vendieran su parte.
De todos modos y aunque no sea el ejemplo ideal, ten en cuenta que la perseverancia de por sí es uno de los mayores valores, aún incluso más que el trabajo mismo, para que tus proyectos o ideas vean la luz y den sus frutos. En consecuencia, no temas por el hecho de “no estar a la altura”. Hay público que valora aún las cosas que menos empeño presentan en su factura, por lo cual, si es tu voluntad, sigues en carrera y con muchas posibilidades de éxito.