Revista Cómics

¿Cómo conseguir el escritorio perfecto?

Por Mugen

Septiembre se parece a enero en que a ambos llegamos cargados de buenos propósitos (que a veces cumplimos y otras se quedan en el tintero). Todo es prometer y prometer. Ir al gimnasio, comer sano, estudiar un nuevo idioma o ser más productivo son solo algunos de los objetivos que nos marcamos cuando el verano llega a su fin. No os podemos ayudar a cumplirlos todos, pero sí daros algunos consejos para trabajar más contentos y, por ende, mejorar vuestra productividad.

Aunque pueda no parecerlo, contar con un escritorio eficiente en el cual desarrollar nuestra actividad diaria es fundamental si queremos rendir al cien por cien y tener éxito en nuestra vida profesional. Si tienes la posibilidad de disponer y organizar tu espacio de trabajo (si eres autónomo, seguro que sí), te recomendamos seguir estos consejos, gracias a los cuales te convertirás en la mejor versión de ti mismo.

  1. La iluminación

Según un estudio realizado por científicos holandeses, la luz que recibe la mesa es un aspecto fundamental hasta el que punto de que aumenta un 20 % la productividad en el trabajo. La razón es muy sencilla: la falta de luz provoca que tengamos que forzar la vista, lo cual genera fatiga ocular. Este Síndrome de Fatiga Visual (sequedad ocular, visión borrosa, dolor de cabeza, escozor, etc.) afecta ya al 75 % de las personas que trabajan frente a un ordenador.

Para evitarlo, es importante no situar el ordenador enfrente ni detrás de ventanas, que la luz del sol no incida directamente sobre los ojos o la pantalla, que la luz artificial no sea demasiado brillante y utilizar monitores antirreflejo. Además, los ojos deben situarse por debajo de la parte superior de la pantalla.

De esta manera, evitaremos cansar la vista y lograremos estar más cómodos. Si te es imposible aprovechar la luz natural (que es la opción ideal), resultaría conveniente que utilizaras una buena lámpara de pie de cabezal dirigible.

  1. El color

Los colores tienen la capacidad de generar distintos estados de ánimo en nosotros. Por ello, es importante tenerlos en cuenta a la hora de crear un entorno de trabajo óptimo. Los colores más presentes en las oficinas son, sin duda, el gris y el blanco. Y es que los colores neutros favorecen la concentración, la objetividad y el trabajo intelectual. No distraen a los trabajadores y aportan pureza, orden, calma y energía al ambiente.

Por el contrario, los colores chillones pueden descentrarte del trabajo. No obstante, si crees que de la manera anterior el espacio puede quedar algo aburrido y monótono, puedes darle un toque de color con pequeñas decoraciones en colores más llamativos. Os recomendamos utilizar tonalidades del naranja, que favorece la interacción y comunicación informal, el amarillo, que estimula la actividad cerebral, el azul, que aporta tranquilidad al estado de ánimo, o el verde, que favorece la imaginación, la concentración y la serenidad.

  1. El orden y el almacenamiento

Mantener el espacio laboral limpio y ordenado resulta un aspecto clave a la hora de mejorar el rendimiento en el trabajo. Existen varios métodos para seguir esta norma.

El primero es buscar un lugar lógico y cómodo para cada elemento que interviene en el trabajo. De este modo, ganaremos espacio al eliminar aquellas cosas que no sean de utilidad, la producción mejorará y el ritmo de trabajo será más rápido al poder encontrar a la primera cualquier elemento que estés buscando. Las carpetas, los cajones y las estanterías juegan un papel fundamental a la hora de clasificar los objetos de trabajo. Procura tenerlos siempre a mano para no perder tiempo buscando papeles o preguntando a los compañeros. Recuerda: ¡el tiempo es oro!

  1. La organización

Contar con una agenda personal, cuaderno u organizador semanal nos permite estar al tanto de las tareas pendientes, establecer un orden de prioridad o guardar datos de interés sin necesidad de tener miles de notas desperdigadas por el escritorio o la habitación.

Esto tan sencillo tiene múltiples beneficios. En primer lugar, cuando todo está recogido en la agenda, la mente se libera y puede dedicarse íntegramente a la tarea que tienes entre manos. Tu vida será más ordenada y sufrirás menos estrés (así, te evitarás dolores de cabeza, cuello y espalda). Elige el tipo de agenda que más se adapte a tus necesidades: por semanas, días, horas o, incluso, por minutos. ¡Exprímela al máximo!

  1. La silla

Más importante incluso que la mesa es escoger una buena silla que nos permita adoptar una postura corporal correcta a fin de estar cómodos y no sufrir dolores de cuello o espalda.

Es importante que el asiento sea regulable en altura. También debe ajustarse a la espalda, de modo que permita modificar su colocación respecto al respaldo y proveer un apoyo en la zona lumbar (cerca del 85 % de los empleados sufre dolores lumbares a partir de los 50 años). La altura del respaldo debe ser, asimismo, regulable, y algunos modelos incorporan un reposacabezas que ayuda a descansar las vértebras dorsales. La base debe tener cinco puntos de apoyo y los reposabrazos deben permitir que los brazos formen un ángulo de 90º.

Además de la silla, hay otros elementos, como los reposapiés o los apoyabrazos para mesa con alfombrilla para ratón, que también favorecen una postura cómoda y saludable.

¡Esperamos que estos consejos te ayuden a mejorar tu productividad y conseguir tus objetivos más importantes! Si tienes algún tip que desees compartir con nosotros, regálanos un mensaje aquí mismo en el blog.

¡Hasta el próximo post!


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