Revista Coaching
Últimamente ando un poco saturada de tanto mensaje positivo enlatado y eso que soy autora de libros de superación personal. Nos están haciendo pensar que hay que desear ser estrella de cine o tener la cuenta bancaria de Donald Trump para ser feliz. Con tanta presión lo que va a ocurrir es que ¡la gente se va a deprimir! Sobre todo en los tiempos que corren, en que la crisis casi mundial es un hecho. Pienso que es muy respetable tener metas humildes mientras a ti te satisfagan. Por otro lado, no hay que irse a meditar al Tibet ni colgarse veinte mil amuletos de la suerte para atraer cambios positivos a tu vida.Eso sí, aunque tus objetivos no sean gigantescos, posiblemente encuentres dificultad en conseguir lo que te propones. Si es así, prueba lo siguiente:- Cuando sepas qué quieres conseguir, emprende acción. Por poco que hagas, que sea un paso en la dirección que quieres seguir. Eso te hará detener la inercia de no hacer nada.- Márcate un calendario. ¿Qué harás y para cuándo? Si quieres conseguir un empleo en tres meses, ¿cuántos currículos enviarás cada semana? ¿A cuántas personas contactarás en LinkedIn? ¿A quienes les dirás que buscas trabajo?- Encuentra un compañero. Pide a un amigo que esté en tu misma situación que te sirva de apoyo y devuélvele el favor. Daros ánimos mutuamente os servirá para seguir adelante cuando uno de los dos flaqueéis.- Comprométete a largo plazo. Pocas metas se consiguen de un día para otro. Recuerda que habrá momentos difíciles, momentos en que parecerá que no pasa nada. Deja que pasen, y sigue delante de todos modos. Demasiadas personas abandonan cuando estaban a punto de conseguir algo. Si te gusta este blog, añádete a mi página de Facebook.Para saber más de mis libros: www.lorrainecladish.comVisítame en Consejos de mamá
(c) Foto Fritz Langman