Revista Moda
Hola! A falta justo de un mes para el día de Navidad, yo ya estoy pensando en los menús para las comidas y cenas. Como esas fechas son de platos fuertes, he decidido que uno de los días comeremos algo más ligero y menos calórico pero que tenga el suficiente impacto para sorprender.
He pensado en los vegetales y hortalizas frescas y crudas de temporada para aprovechar todos sus nutrientes, porque son ricos en potasio y ayudan a no retener líquidos, prevenir la hipertensión, y tienen tantos minerales como hierro o calcio que ayudan al buen funcionamiento de nuestro organismo.
Pero claro, en Navidad ¿quién es el valiente que quiere comer verdura con tantas cosas ricas como hay esos días?
El secreto, más que ser una experta en cocina, está en la presentación y en los acompañantes. Presentación atractiva con una buena fuente de fantasía; y acompañantes tan exquisitos y variados como diferentes salsas.
Para ello, compraremos un surtido de verduras, de siete a diez tipos diferentes, y con variedad de formas, colores y texturas. Por ejemplo, pimiento rojo, verde y amarillo, hojas de diferentes lechugas (roble, romana, escarola), tomates, puerro, zanahoria, cebolla, espárragos trigueros, berro…
Las lavamos todas, pelamos y cortamos. Las hortalizas más sólidas en tiras, las menos sólidas en gajos, y por hojas, las lechugas. Y las más grandes, las cortamos en trozos pequeños para que todo ello se pueda comer de un bocado.
A continuación, las vamos colocando en una fuente de gran tamaño y que sea bonita como este modelo de El Corte Inglés.
Os recomiendo, colocar primero una base de lechuga, colocando las hojas alrededor de la fuente para que quede todo más recogido y evitar así que el resto de las piezas rueden y se salgan del plato.
En el medio, vamos colocando las verduras más voluminosas y las vamos rodeando con los vegetales que hayamos cortado en tiras. Intentad que no haya hortalizas de dos colores iguales juntos y mejor que haya sobreabundancia de verduras, poniendo muchas capas unas encima de otras pero siguiendo el orden que hemos comentado. La idea es evitar que queden huecos y que todo quede como si fuera un precioso centro de mesa de un palacio!
Podemos aderezarlo y/o decorarlo además con especias como eneldo, perejil, hinojo, hojas de albahaca, flores…
Por cierto, si no tenéis una fuente lo suficientemente grande, podéis utilizar una tabla de cortar de madera.
Y por último, colocamos a su alrededor los diferentes cuencos con las salsas para untar en ellas las verduras. Las que mejor les van son la salsa de yogurt, guacamole, queso, mostaza de miel, agridulce, tártara, romesco, humus…
Ponte en contacto conmigo en [email protected] y tuiteame durante una buena temporada en @EncasadeOly
Hasta mañana!!