Como conseguir un bronceado atractivo y duradero

Hola chicas! ¿Os gustaría conseguir un bronceado perfecto este verano? Pues en este post os cuento todo lo que podéis hacer para conseguirlo. Para lucir una piel dorada durante todo el verano sólo hay un secreto: protección. Para conseguir un bonito bronceado sin arriesgar la salud, debemos preparar nuestra piel y tomar ciertas precauciones. 1-PREPARAR LA PIEL: A la hora de conseguir un bronceado perfecto, tener una piel cuidada e hidratada es más importante de lo que parece. Procura que en tu dieta no falten alimentos ricos en vitamina A, como la zanahoria, la naranja, el melón, el melocotón, el huevo, la verdura de hoja verde, el tomate, etc. Se trata de un nutriente que da color a la piel (aporta un tono dorado muy atractivo), al mismo tiempo que la hidrata y rejuvenece. Si bebes un licuado de zanahoria y naranja al día no tardarás en comprobarlo. Otro nutriente importante en esta época del año es la vitamina B (levadura de cerveza, huevos, setas, cereales integrales,) ya que te proporciona un efecto antiedad ideal en l apiel madura. También puedes tomar pastillas precursoras del bronceado. Se trata de compuestos ricos en antioxidantes que te ayudarán, además, a prevenir el fotoenvejecimiento. Si la superfície de tu dermis está rugosa, reseca, etc, además de tardar más en broncearte, es muy posible que lo haga de forma irregular. Para evitarlo, se aconseja realizar una exfoliación corporal un par de días antes de exponerse al sol para eliminar las células muertas y dejar la piel renovada. No es cierto que la exfoliación elimine el bronceado. Sucede todo lo contrario: con la piel limpia, el tono dura más. 2-CARA A CARA CON EL SOL: Exponerse al sol de una forma demasiado rápida e intensa dañará tu piel a corto y largo plazo. Es mejor, por lo tanto, tomárselo con calma. El bronceado es el sistema de defensa de la piel contra el sol. Pero, para que este escudo se forme completamente, es necesario que pasen 21 días. Si este año estás decidida a conseguir un bronceado sano, debes exponerte al sol de forma gradual, aumentando el tiempo de exposición poco a poco hasta obtener el tono deseado. Si lo haces antes de tiempo, sólo conseguirás quemarte y resecar la piel. En las primeras sesiones, no te expongas más de 15 minutos. Recuerda que el sol no se esconde y sigue siendo dañino tanto si se trata de un día nublado como si te proteges bajo la sombra de un árbol o de una sombrilla (los rayos ultravioleta, precisamente los más dañinos son capaces de atravesarlo todo). Puedes quemarte, incluso, tras el crsital de una ventana. Por todo ello, nunca debes olvidarte de la protección solar. Párpados, labios, cuero cabelludo, nuca, orejas, etc. Seguro que, cuando te expones al sol ni piensas en ellas, y suelen ser las primeras en quemarse. No te olvides de estas zonas al extenderte la crema y, sobre todo en los labios y el contorno de ojos, usa un producto específico, con un fotoprotector más alto que el resto. Los labios, por ejemplo, carecen de melanina y la piel que los recubre es más fina de lo normal. El riesgo de quemaduras es, por lo tanto, muy alto. Para no quemarte, evita las horas centrales del día (entre las 12 del mediodía y las 4 de la tarde), ya que es cuando el sol está más alto y su efecto es más intenso. Además, ir a la playa o a la piscina a primera hora de la mañana o por la tarde te garantiza un bronceado más bonito y duradero. 3-CUIDADOS ANTIEDAD: No debemos olvidar que el sol es el responsable del 75% de las arrugas que aparecen en el rostro (tan sólo el 25% restante corresponde a la edad). Es conveniente, por lo tanto, extremar los cuidados para evitar al máximo esta agresión. Las radiaciones ultravioleta aumentan la agresión que los radicales libres ejercen sobre la piel, dañando las células y acelerando el envejecimiento cutáneo. Utiliza un protector solar con un filtro más elevado en la cara que en el cuerpo. En el mercado encontrarás productos específicos para el rostro que, además de ofrecer una mayor protección, aportan principios antiedad que proporcionan hidratación y firmeza.