Pero si las llevas pintadas, es fundamental que la laca de uñas esté en buenas condiciones; aplicada de forma homogénea, sin manchar las cutículas o los bordes de la uña y, por supuesto, sin descascarillar.
Y eso lleva un tiempo. Por eso es tan importante que el esmaltado esté impecable durante varios días. Para conseguirlo, te doy unos cuantos trucos infalibles:
Antes de nada...
- Retira todo el esmalte anterior con cuidado. Este paso es muy importante, porque cualquier resto de pintura empeorará el resultado, dejando parches y evitando que el nuevo esmaltado se adhiera bien.
- Hazte una buena manicura, cuidando de retirar las cutículas sin cortarlas ni dañarlas. Si cortas las cutículas, lo que conseguirás es que crezcan con más rapidez y que se resequen mucho más.
- Pule las uñas con una lima pulidora o aplícate un tratamiento exfoliante de uñas y cutículas, como los de Yves Rocher (en tiendas Yves Rocher) o Mavala (en farmacias, perfumerías, grandes almacenes y tiendas on-line). Así la superficie de la uña estará lisa y sin imperfecciones.
- Hidrata, hidrata e hidrata. No solamente las manos, también las uñas. Durante el día puedes utilizar crema de manos y, por la noche, puedes aplicarte un aceite nutritivo en las cutículas. Cuando éstas están muy resecas, el esmalte tiende a dañarse por esa zona, porque se apergamina y pierde adherencia.
La laca de uñas
- Elige un esmalte de buena calidad. Y eso no significa que deba ser caro. De hecho, mi experiencia con las lacas de uñas de alta cosmética es pésima, porque se descascarillan con facilidad y pierden brillo rápidamente. Cierto que tratan las uñas con mimo, pero no tienen la duración que sería de desear. Y la cosa empeora si se trata de esmaltes de establecimientos de "Todo a 1 euro", no sólo por la calidad, también por sus ingredientes; algunas veces algo más que dudosos. Las marcas como Lola Make Up, Essie, OPI y Mavala, tienen una relación calidad-precio-duración muy interesante.
- Ten en cuenta que los esmaltes de secado rápido se descascarillan con mayor rapidez, así que evítalos si lo que quieres es tener una manicura duradera.
- Guarda tus lacas de uñas en un lugar fresco, seco y al resguardo de la luz, para aumentar su duración y facilidad de aplicación.
- Si ves que el esmalte se ha quedado muy espeso, puedes aclararlo de dos formas: calentándolo ligeramente al baño maría o añadiéndole unas pocas gotas de alcohol de 90º. Aunque el truco tradicional es añadirle quitaesmaltes o acetona pura para diluirlo, la verdad es que daña de forma irreversible la laca de uñas, volviéndola más mate, más difícil de aplicar y de secar.
El esmaltado
- Siempre que puedas, aplica una base. Este paso preparará la uña, alisándola y creando una superficie homogénea, en la que el esmalte se fijará mejor. Eso sí, ten en cuenta que aumentarás el tiempo de secado.
- Procura que tus manos y uñas estén bien secas antes de esmaltar. Cualquier resto de humedad en tus uñas conseguirán disminuir la adherencia y duración de la laca de uñas.
- Aplica capas finas, pero con el pincel lo suficientemente cargado de pintura para que puedas deslizarlo con fluidez sobre la uña. Si las capas son muy gruesas, no secarán bien y aparecerán las feas y temidas burbujitas en el esmalte. Si el pincel está demasiado seco, lo único que conseguirás es arrastrar la poca pintura que pongas entre pincelada y pincelada.
- Algunos esmaltes, como los de las marcas Essie y OPI, permiten que puedas aplicar sólo una capa; sobre todo si se trata de colores claros. Son muy cubrientes y tienen mucho brillo.
- Termina siempre con un top coat o brillo protector. Con este acabado conseguirás una mayor duración y un mayor brillo en tu manicura.
El secado
- Deja un tiempo de secado suficiente entre capa y capa. Mi truco es el siguiente: aplico dos capas finas de pintura, con un tiempo de secado de entre 5 y 10 minutos entre capa y capa y, al día siguiente, termino con una capa de top coat. Si utilizo Essie u OPI, lo que hago es poner una base y primera capa, finalizando la manicura al día siguiente con el top coat.
- Hablando de tiempos de secado, ten cuidado con los sprays y productos secantes, porque algunos contienen formaldehído (formol) y tolueno, ambos perjudiciales para la salud. Si quieres utilizar este tipo de secantes, lee con cuidado la composición.
- Un truco estupendo para acelerar el secado es aplicar crema o aceite en las uñas y cutículas cuando ya está mordiente. Creará una capa que evitará que el esmalte se estropee.
El mantenimiento
- Haz uso y abuso de los guantes en tus tareas domésticas. Ya sé que hay a quien le cuesta hacer cualquier cosa con guantes, pero ya sabes el dicho: quien algo quiere, algo le cuesta. Estos no sólo protegen las manos, también preservan tu esmaltado; evitando que los productos químicos y los roces lo deterioren.
- Por cierto, no sólo la lejía y los detergentes fuertes dañan la laca de uñas. Hay algunos cosméticos como algunos anticelulíticos, protectores solares con base de alcohol y perfumes, que estropearán tu esmaltado. Si es así, ya sabes, ponte guantes.
- Evita el agua inmediatamente después del esmaltado, porque disminuirás su duración. Esto quiere decir que el truco de poner las uñas debajo del chorro de agua fría (que funciona, doy fe), no es la mejor opción para que tu pintura dure y dure.
- También debes evitar el calor, al menos durante las 10-12 horas posteriores al lacado (tiempo de secado total de la laca), porque lo vuelven más frágil y quebradizo. Esto quiere decir que los calefactores, secadores del pelo, planchas, saunas, solariums y otras fuentes de calor son tabú para tus uñas recién pintadas.
- Y si quieres un esmalte de uñas más duradero aún, prueba el semipermanente. Eso sí, mejor realizado por una manicura profesional.
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