No hace mucho os hablé de la importancia de la lactancia materna aquí. Hoy os traigo una serie de consejos en cuanto al almacenamiento y conserva de este preciado alimento para nuestros bebés. De esta forma, nuestros pequeños podrán disfrutar de la leche de la madre aún cuando la mamá esté ausente.
La leche materna resulta más fácil de conservar que la leche artificial. De cualquier forma, es necesario cumplir una serie de recomendaciones para preservar las condiciones de higiene y el valor nutricional de la leche materna.
La leche materna puede conservarse a temperatura ambiente durante por lo menos 24 horas. Se puede conservar en la nevera durante al menos 8 días, y siempre intentando no guardarla en la puerta del frigorífico, ya que está más sujeta a cambios de temperatura.También puede congelarse, después de haberla enfriado previamente. De esta forma puede conservarse entre tres y cuatro meses. La mejor forma para congelar la leche es mediante botellas de cristal.
Para descongelar la leche lo mejor es sumergir el recipiente en otro de agua caliente. Tras ello puede conservarse en la nevera durante un tiempo no superior a 24 horas. No debe congelarse de nuevo.Así mismo, para calentarla, mejor no usar el microondas, ya que el calentamiento no es uniforme y pueden producirse "bolsas calientes" que pueden quemar la boca del bebé.