Articulo de www.centrolandia.com/blog/
Los jardines chinos se han convertido en referencia en lo que a diseño de zonas verdes se refiere debido a que consisten en dar la sensación de un espacio profundo, frondoso y amplio cuando se cuenta con todo lo contrario, un espacio reducido. Ahora que llega el buen tiempo y que todos nosotros tenemos un patio, terraza o balcón más o menos grande, y dado que nos encanta estar al aire libre, ¿por qué no hacer nuestro propio jardín chino?. Es más fácil de lo que imaginas y a continuación vamos a darte unas sencillas indicaciones para que en poco tiempo puedas disponer de tu propio espacio abierto y verde donde cenar, salir a leer o a descansar un poco. ¡Manos a la obra!.
Entarimado o de imitación
Una idea muy socorrida es recurrir a suelos que imitan tarima o parqué de madera cuando en realidad son piedra, plástico tratado para resistir duras climatologías u otros materiales fáciles de limpiar y que apenas sufren con las lluvias, heladas o intenso sol. Por ejemplo, el mostrado en la imagen es en verdad un azulejo porcelánico de gran resistencia a los golpes y acabado antihielo, imitando madera y disponible en grandes superficies de bricolaje.
Otro elemento indispensable es el uso de jardineras que limiten zonas, donde ubicar arbustos verdes que hagan de pantalla. También el añadir en los muros un separador que imite hierba verde o que sea de cañas. La grava blanca o arena es también otro elemento presente en este tipo de jardines, para jugar con los contrastes.
Agua en movimiento aporta tranquilidad
Y por último, el agua, presente en forma de pequeñas fuentes o estanques de diverso tamaño que puedes crear fácilmente enterrando una pequeña pileta y añadiendo una fuente a la que conectarás un motor de reciclado de agua similar al usado en los acuarios de peces. Pero si deseas algo más barato, con un sencillo neumático gastado de tractor y plástico resistente, en la imagen te mostramos cómo obtener un bonito estanque añadiendo en su centro parte de una fina manguera de circuito cerrado que esconder entre lascas dispuestas en el centro, actuando de surtidor. También puedes usar un macetero ovalado de tamaño mediano o grande para plantar en él diversas especies acuáticas como también se muestra en la imagen.
Creando ambientes diversos
Y una vez que dispongas de todos los elementos señalados, combínalos formando distintos ambientes: zona de grava con vegetación, zona de barbacoa, zona de descanso con sillones y mesita, zona con macetas… En la figura podemos ver dos jardines o terrazas distintas.
Una idea bastante aconsejable es añadir diversas macetas en un soporte vertical pegado a los muros con el fin de aportar más frescor y a la vez, profundidad. Otra sugerencia es recurrir entre las macetas a aquellas que actúan de manera natural como repelente de insectos, especialmente mosquitos. En la imagen te mostramos algunas propuestas baratas (usar guardazapatos verticales llenos de tela como jardineras, neumáticos usados como maceteros o palés de obra).
Y por último…
Nunca uses placas de plástico como separadores o como maceteros si no vas a pintarlos, ya que en poco tiempo y por la intemperie comenzarán a verse viejos y de aspecto sucio y descuidado. Tampoco uses hierba artificial si es una zona de mucha lluvia pues tendrás que reponerlo en poco tiempo. Respecto a las plantas, agrúpalas en determinadas zonas colocando las más altas atrás y las más bajas, delante. Dará profundidad al conjunto.