Revista Coaching
Para obtener cualquier cosa que desee de alguien es necesario establecer una buena comunicación con esa persona.
En primer lugar debes buscar el diálogo. Después, si te encuentras en un lugar donde no es posible continuar una larga conversación, debes buscar una cita. Por medio de un número de teléfono, correo electrónico o el poder volver a encontrarla en el mismo lugar para quedar. Si te encuentras en un ambiente tranquilo, entonces el contacto inicial puede posibilitar allí mismo una charla más prolongada.
Los ligones mientras hablan van observando la libertad de la chica que tienen frente a ellos. Si hace poco que terminó alguna relación, si va acompañada de alguna amiga. Si trabaja o no. A que se dedica. Si vive sola, con una amiga o en casa de sus padres. Si se ve que tiene dinero o no. Si tiene coche o viene con el de otra amiga. Si vive cerca o lejos. Si tiene que estar a una determinada hora en su casa o no. Y muchísimos más detalles que dependerán de la mujer con la que trates.
En definitiva, tendrás que estar perfectamente centrado en la persona que tienes frente a ti sin descuidar ningún detalle. No pasar por alto nada. Intenta ser una esponja. Evidentemente esto lo harás mientras aparentas estar relajado, sin parecer que le estás haciendo un interrogatorio.
Las preguntas se irán sucediendo muy poco a poco, mientras charlas o estáis riendo. No asustes a la chica con muchas preguntas. Ten en cuenta que ella también pretenderá ir recopilando información sobre ti y que, dependiendo de su experiencia, podrá ser tan sutil como el que más. Debes calibrar si la intención de la chica es pasar un rato agradable sin más o está buscando novio formal.
Hay chicas que nunca se acostarían con un chico la primera vez que lo conocen y otras a las que no les importaría tanto (aunque son una minoría). También las hay que solo buscan excitar a un chico y darle la idea de que está dispuesta a todo para parar en seco cuando la situación llega al límite.
Como norma general, piensa que ellas están tan preparadas o más que tú por simple naturaleza femenina. En igualdad de circunstancias, una chica suele ser mucho más fría y calculadora que un chico. Ellas utilizan su cerebro de una manera más completa y su sistema hormonal les permite conservar la cabeza más fría a la hora de tratar con los chicos.
Por tanto, una vez que tengas claro lo que tú buscas de ella y como es ella, podrás mostrar lo que le interese de ti mismo. Tendrás que ser coherente. Esto quiere decir que debes prestar atención a todo lo que sale de su boca y que cada palabra contribuya al fin que te hayas propuesto.
Si ella ha dicho que le gustan los hombres sinceros, y tú le has dicho que eres sincero y luego le cuentas una anécdota en la cual mentiste para obtener algo de alguien, aunque ella se ría o parezca que no da importancia al asunto, su inconsciente sí lo hará. Tú no te estás mostrando como alguien coherente.
Igualmente si tratas de aparentar educación y comprensión y ella observa que tú te diriges de malos modos hacia un camarero, ella pensará que tú no eres como quieres aparentar.
Evidentemente no se trata de estar representando papeles distintos a como somos en realidad, se trata de mejorar nuestra personalidad para que sea más atractiva, mostrando coherencia entre lo que decimos y hacemos. También se trata de adaptarnos a la chica que deseamos conquistar, resaltando de nosotros mismos lo que vaya más acorde a sus gustos y preferencias. Sin necesidad de mentir.
Cada frase debe ir preparando el camino para la siguiente. Tú siempre deberás ir comprobando si lo que estás comentando te interesa para tu propósito final.
Si quieres hablar con ella a solas, debes buscar la manera de separarla de los otros acompañantes. Si quieres su teléfono o correo electrónico, tienes que demostrarle que eres una persona que merece la pena, que no vas por ahí molestando a la gente. Si quieres besarla, debes establecer primero unos preliminares apropiados antes de dar el salto del tigre y recibir una negativa.
Proponte una meta final, que puede ser la que tú quieras, pero para conseguirla, establece también pequeñas metas intermedias que debes ir alcanzando para llegar hasta donde te propusiste.