Según Russell Poldrack, neurobiólogo de la Universidad de Texas en Austin y colaborador del estudio de The National Institutes of Health (NIH), Rompiendo malos hábitos: ¿Por qué es tna difícil cambiarlos? afirma que los hábitos basados en el placer son mucho más difíciles de romper, porque mientras se ejecutan el cerebro libera dopamina.
"Si haces algo una y otra vez, y la dopamina está ahí cuando lo haces, eso fortalece aún más el hábito. Cuando no estás haciendo esas cosas, la dopamina crea el deseo de hacerlo de nuevo ", dice Poldrack. "Esto explica por qué algunas personas ansían las drogas, incluso si las drogas ya no las hacen sentir particularmente bien una vez que las toman".
La dopamina es la recompensa que fortalece el hábito y crea el deseo de volver a hacerlo en tanto genera sensaciones de placer y agrado irracionales por sobre el malestar real.
Cómo cambiar un hábito
La Dra. Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de los NIH, sugiere en el mismo estudio dos pasos esenciales.
Ser consciente de tus hábitos facilita el diseño de estrategias para cambiarlos.
Una estrategia, sugiere Volkow, es identificar los lugares, las personas o las actividades que se asocian en la mente a ciertos hábitos y luego cambiar su comportamiento hacia ellos.
Por ejemplo, si tiene un trastorno por uso de sustancias, puede ser deliberado para evitar situaciones en las que sea más probable que esté cerca de la sustancia. Esto puede ayudarlo a lograr su objetivo de abstenerse de consumir esa sustancia.
Reemplaza un mal hábito por uno bueno.
Por ejemplo, en lugar de comer papas fritas, considere cambiarlas por palomitas de maíz sin sal y sin mantequilla. En lugar de alcanzar un cigarrillo, considere probar un nuevo sabor de chicle o un caramelo duro con sabor.
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