Como crear un buen diseño para tu camiseta

A la hora de crear tus propios diseños para tus camisetas, existen algunos aspectos básicos a tener en cuenta. Hoy te mostraré algunas pautas a seguir para conseguir un buen diseño para tu camiseta. Debo aclarar de entrada, que en ningún momento debes pensar que sólo siguiendo estas pautas, crearás “el diseño de tu vida”, esto, por desgracia, no funciona de este modo.

Lógicamente debes tener siempre presente, que a pesar de que estas pautas son un buen comienzo para crear “tu gran obra”, influirán muchos otros factores que sólo de ti dependerán.

Entre ellos están tu imaginación, tu particular modo de ver la vida o el mundo que te rodea, tu afán creativo, etc. Y en todo ello influye enormemente, como no, tu motivación, las ganas y el empeño que pongas en la creación de tu propia obra. Dicho esto vamos allá.

La Composición

Uno de los aspectos que debes tener en cuenta de cara a la realización de tu diseño es la composición, esto implica una buena distribución y una coherente ubicación de los elementos que lo conforman.

Tu diseño debe ser un conjunto de elementos que dan forma a un todo y no diversos elementos sueltos que no se relacionan y no se visualizan dentro del contexto global que es tu diseño.

Piensa por un momento en que tu diseño es como una historia, y en cierto modo lo es, pues está comunicándole algo al espectador, y si una historia consta de partes aisladas e inconexas que no se relacionan entre sí, pierde su razón de ser. Esto mismo ocurre con tu diseño.

Todos los elementos u objetos que lo componen deben relacionarse entre sí do un modo u otro y juntos formar un todo: tu diseño. Si por ejemplo el diseño que tienes en mente consta de un personaje y diversos objetos, estos últimos deben integrarse con él y juntos formar tu diseño.

Son como piezas que debes saber encajar bien. Esto mismo es aplicable a cualquier tipo de composición que vayas a crear, incluya animales, objetos, un paisaje, textos o lo que se te ocurra.

La propia palabra “composición”, implica todo esto, juntar las diferentes partes que conforman y dan forma a un todo.

El Color

Otro aspecto importante en la creación de tu diseño es el tratamiento del color. El uso adecuado de los colores en tu composición, y una buena combinación de estos, influirán mucho en el resultado final de tu diseño.

Habría mucho que decir acerca del color, pero por el momento debes quedarte con un par de cosas que potenciarán tu creación de un modo sencillo y efectivo.

Un buen modo para ello es buscar siempre el contraste. Un diseño con colores que contrastan gana en fuerza, viveza y volumen, frente a otro cuyo conjunto de colores está dentro de una misma gama y sus tonos son bastante similares entre sí, pues tendrá un aspecto más apagado y no resaltará tanto como el primero.

Por eso debes jugar con los colores de un modo inteligente, y tener siempre presente que el color es un elemento más de tu composición. Por ello, debe integrarse correctamente con el resto de elementos de tu diseño. El color es una parte del mismo y debe aportar algo a tu diseño, reforzarlo, matizarlo y potenciarlo.

La Tipografía

Si tu composición contiene textos, debes tener en cuenta lo dicho anteriormente. El texto, como cualquier otro elemento, debe integrarse también correctamente en tu diseño. Y para ello hay diversos factores en los que debes reparar.

Por un lado está la fuente o tipografía elegida que incluirás en los textos de tu diseño. La elección de esta tipografía vendrá determinada por el tipo de composición que vayas a crear.

Así como existe una gran diversidad de estilos de diseños, que pueden ir desde sobrios, elegantes, austeros a sombríos, frescos, informales, joviales y un largo etc, lo mismo ocurre con las fuentes que podemos utilizar.

Si bien es cierto que, el tema tipografía está altamente influenciado por modas y tendencias del momento, y el uso de una u otra fuente puede tener mayor difusión en un momento determinado de nuestra historia, debemos ser coherentes en nuestra elección de la fuente adecuada en cada composición.

Es cierto que existe tal magnitud de estilos de fuentes que van desde clásicas, antiguas, manuales, góticas hasta tipográficas, futuristas y una enorme lista de estilos más donde elegir, pero a la hora de seleccionar tu tipografía, debes utilizar tu sentido común y un cierto grado de estética y también de observación, con el fin de, lo que antes comentaba, integrar una tipografía adecuada y acorde con tu diseño global.

Y ten en cuenta que esto también debes aplicarlo a la hora de seleccionar el  color y el tamaño de tus textos.