Cómo crear un giro en la trama de nuestra novela: lluvia de ideas

En ocasiones durante nuestro proceso de redacción, ya sea de una novela o relato, nos encontramos en un punto en que la trama fluye con naturalidad. Cada palabra, descripción y dialogo parecen explotar en nuestra mente y creemos haber encontrado por fin el hilo de la historia. Sin embargo, nos damos cuenta de que hemos obviado, por falta de experiencia o por encontrarnos demasiado sumergidos en el tema, que todo, absolutamente todo lo que hemos plasmado es demasiado previsible. 

Muchas veces se recomienda al escritor centrarse en escribir. Dejar a un lado la presión de pensar sobre cual editorial se interesará por su obra o cuantas copias se reproducirán. Conozco amigos que, con la novela aún sin terminar, poseen una lista interminable de los posibles actores que encarnarían a sus personajes. Durante la fase de escritura, y con un horizonte claro de hacia dónde deseo llevar al lector, nuestra meta es llenar cada página de contenido. Escribir, escribir y escribir. Solo para nosotros y dejando la edición para una fase posterior. Por esta razón, perdemos un aspecto clave y primordial en el éxito de nuestro libro: los giros en la trama, vuelta de tuerca, puntos de giro o final sorpresa. Como desee llamarlo.

El mejor giro de trama de la historia

Los giros en la trama son esos eventos inesperados, esa revelación que cambia todo y que nos hace pensar "Vaya, eso no lo esperaba. Que buena novela y que excelente escritor es fulanito"

Es necesario poseer la habilidad de encuadrar cada hilo con cuidado, para no introducir los giros de manera desordenada e incoherente, pues puede hacernos ver como novatos ante el lector, quien podría pensar "Y de donde diablos resultó ese salvador misterioso. No soy tan estúpido como para no darme cuenta que es un recurso de ultimo minuto". Existen diferentes formas de darle un giro a la trama. Un ejemplo es la técnica del narrador no fidedigno, Agatha Christie es uno de sus exponentes. Esta formula podemos encontrarla en la película La Isla Siniestra de Scorsese, con Leonardo Dicaprio y Mark Ruffalo. Dos detectives son enviados a una institución mental para resolver una caso en particular  pero al final de la película nos damos cuenta que Dicaprio en realidad es "el paciente más peligroso" de Shutter Island (El nombre de la institución mental) y Ruffalo es un médico. Todo ha sido una conspiración perfectamente diseñada por el personal de Shutter Island. Confieso que tuve que ver la película dos veces para entender el final.Existe una técnica que no recomiendo mucho y es la de la ensoñación o explicar que TODO el libro fue un sueño. Aunque cada quien es libre de escoger cómo va a darle ese giro a su historia, pues existen muchas otras que quizás explique en otro momento.A continuación hay una lluvia de ideas acerca de las diferentes formas en que un escritor puede aportar ese revés dramático. OJO: no sugiero que se convierta en un escritor improvisador. Usted ya posee a estas alturas la estructura de su novela. Simplemente ha entrado en este blog buscando un consejo para destruir esa historia predecible y falta de emociones.Desechar la idea principal y tomar un camino loco e inesperado. Escriba esa idea descabellada que ni usted mismo imaginó cuando planeó la novela, después verá si le agrada o no. Debe ser arriesgado y audaz, capaz de detenerse y borrar las últimas tres lineas para darle cabida a un planteamiento que le hará sentarse a reír como un lunático frente al ordenador. Para ser un gran escritor debe romper paradigmas y tabúes. De lo contrario seguirá escribiendo la historia de la chica amarrada a la vía del tren. Revelar un secreto es también una estrategia efectiva e interesante para "voltear la torta" en la historia. Cuando se encuentre en el clímax de un capitulo o la trama se halla estancado, ¡pum! Explota el secreto como un volcán. ¡Zas! En tu cara. Debe tener cuidado de que la información a exponer sea lógica.

¡Yo soy tu padre!

Algunos recomiendan que la mejor forma de darle un giro a la trama es empeorándolo todo. Y no me refiero solo al contexto del protagonista. También es posible empeorar la trama al villano, quizás haciéndole decidir entre salvar a su hija o sacrificarla al demonio Tabima, o destruyendo el puente por el cual un despiadado rey alcanzaría la victoria en una cruenta guerra contra los humildes enanos. Cuando vea que la escena pinta pajaritos, repita esta pregunta mentalmente cinco veces "¿Qué es lo peor que puede pasar?" Verá las maravillas que nuestra retorcida mente puede concebir. ¡Tu también! ¡Brutus! ¡Hijo mio!

Si el argumento de la trama no da para carnicerías, explosiones o decapitaciones, se puede recurrir a un elemento existente en cada uno de los seres humanos y que puede usarlo tanto en los personajes principales como en los secundarios: Una mentira. Describir ese momento dramático en que el mejor amigo del protagonista, ese que le acompañaba en las borracheras y con quien compartió el pan, clava el puñal por su espalda, despertará las pasiones en los lectores y hará que el noventa por ciento de ellos lloren sorprendidos. Si ve que la historia ha resultado ser más corta de lo que creyó, acuda a una estrategia simple que nos mantuvo pegados a nuestros asientos, y que sin darnos cuenta, marcó la infancia de muchos de nosotros, el alargue del final.  Me refiero nada más y nada menos que a Super Mario Bros. Sí. El videojuego en el que teníamos que rescatar a una princesa raptada por una tortuga malvada. Para que el juego continuará, continuará y continuará. Miyamoto nos hacia recorrer un mundo loco y un laberinto infernal, para al final haberse equivocado de castillo. Podemos usar este método, con sabiduría, pues puede generar cansancio en el lector y obligarlo a cerrar el libro; aunque si la historia, ambiente y personajes fueron bien manejados, habremos generado un deseo por saber más y más

¡WTF!

Por último, uno de los menos recomendados, pero que si se usa con sabiduría genera un extraño sentimiento de tristeza y satisfacción al cerrar el libro es permitir, toma asiento y prepárese para lo que viene, que nuestro héroe pierda al final de la novela. Sí. Luego de haberlo salvado de dragones, traidores, bombas nucleares, secretos reveladores y prostitutas pagadas, cerrarle todas las puertas para hacerlo desistir de todo. O  puede ir más allá arriesgándose a perder fanáticos: otórguele una muerte digna de su papel en la historia. Dele a sus lectores un final imposible de olvidar y que cause furor en las redes sociales, donde no podrán dejar de discutir acerca de un desgraciado escritor llamado fulanito.Lo importante al incluir los giros en la trama es dejar a un lado los complejos literarios, ser capaces de ir más allá y creerse la idea de que lo que estamos escribiendo es lo mejor que le puede suceder a nuestra historia. Eso sí, debemos estar dispuestos a: