Cómo cuidar la bisutería para que dure más

La adoramos, pero es efímera. ¡A veces está negra después de una puesta! Nada es eterno, pero hoy hablamos de cómo cuidar la bisutería para que dure más.

Nos encanta, no paramos de comprarla, es taaaaan barata… como corta es su vida. Tenemos los cajones llenos de anillos a los que les faltan piedras, pulseras que se han puesto negras y collares que ya no sabemos si eran dorados o plateados. Nada dura para siempre, pero si sabemos cómo cuidar la bisutería conseguiremos que dure (un poquito) más.

1) Lo primero que hay que hacer nada más comprarla y antes de ponértela, es darle una capa de esmalte transparente del de las uñas. Con esto será como si la barnizaras. Y acuérdate de repetir esta operación de vez en cuando, sobre todo si es una bisutería que te pones con frecuencia.

2) Nunca sumerjas la bisutería en agua y, si se te moja, sécala de inmediato. No la lleves puesta para fregar los platos, ni para ducharte o lavar a mano el camisón. No la guardes en el cuarto de baño por el mismo motivo: El vapor de agua de la ducha no le hará bien.

Gargantilla de círculos, de H&M.

3) No la lleves al gimnasio ni en cualquier otra actividad en la que intuyas que vas a sudar. El sudor decolora la pieza y la deja opaca.

4) Para cuidar tus piezas de bisutería, no te la pongas si te acabas de echar crema o perfume. Deja que se seque el producto antes.

5) En casa, guárdalas en un cajón, en bolsitas o cajitas individuales. Así las protegerás de la luz y el aire, que son dos elementos que las oxidan. También se ponen feas cuando están en contacto directo con otros metales.

6) ¡Puede limpiarse! Puedes hacerlo periódicamente con un trapito de algodón o fieltro, simplemente frotando y, muy de vez en cuando, puedes lavarla con agua tibia, un jabón neutro y un cepillo de dientes viejo y suave. Aclara con agua fría y seca inmediatamente.

7) Cuando es de plata, la cosa es fácil. Un remedio infalible es poner bicarbonato (a secas) sobre un paño suave, la suficiente como para cubrir la pieza, y ve frotando suavemente. Luego sacude y, si es necesario, aclara bajo el agua. Otra opción es lavarla con agua y jabón directamente (aunque si está muy negro, te recomiendo lo otro). ¿No tienes bicarbonato? Usa ketchup. No es broma. Este tomate tiene unos niveles de acidez muy altos y, si lo frotas con un cepillo sobre la pieza, hará maravillas.

8) Para evitar que las cadenitas y las pulseras se enganchen entre sí cuando vas de viaje, utiliza el truco de la pajita, tal cual ves en la foto. Es infalible.

Sencillo pero efectivo. Para pulseras, corta las pajitas en trozos más pequeños (imagen: http///www.hithaonthego.com).

9) Si aún así se te han enredado dos cadenitas (de bisutería o de oro o plata) y no tienes dotes de Houdini, coloca una aguja o un alfiler en el centro del nudo y ve moviéndolo hasta que ceda. Si ni por esas eres capaz,puedes aplicar una gota de aceite de oliva o incluso aceite Johnson’s (luego límpialo bien, que ya sabes como ;)), que lubricará los eslabones y te facilitará las cosas.

10) Si lo que se te ha enredado son collares de dimensiones más grandes (y más de dos), lo mejor es que los coloques sobre una superficie plana y los separes tanto como puedas, para observar exactamente dónde están los nudos. Si con el truco de una aguja no es suficiente, inserta dos agujas en el nudo y frótalas, hasta que vaya cediendo.

Collares de Aïta.