¿Para qué lavar nuestro rostro si después vamos a aplicar un maquillaje caducado con unas brochas sucias que se caen a pedazos?. No tiene sentido y, sin embargo, a menudo maltratamos bastante las herramientas que utilizamos para maquillarnos. En primer lugar vamos a diferenciar los tipos de materiales con los que se hacen las brochas, de forma global se dividen en dos grandes grupos:
- Brochas sintéticas. Las brochas de materia sintético como nylon o poliéster se usan para aplicar maquillaje cremoso. Este puede ser base líquida, rubor, corrector o cualquier producto que contengan aceite. Es un tipo de material que “agarra” bastante producto sin absorberlo, y su aplicación es más exacta y delimitada. Es un material más barato que las brochas de pelo natural y seca más rápido al ser lavada.
- Brochas naturales. Las brochas de material natural son generalmente de pelos de ardilla, mapache y cabra. Son cerdas muchísimo más suaves al tacto, son riquísimas y relajantes. Al tener la capacidad de absorber líquido, estas brochas son usadas para aplicar sombras en polo, polvos suelos, entre otros. El precio de las mismas es un poco más elevado que el de las brochas sintéticas, sin embargo, algunas personas son alérgicas a este tipo de pelo y solo pueden usar las sintéticas.
Cómo conservar las brochas
Errores al guardar las brochas
- Tener las brochas en una taza o similar. Las brochas terminan por ensuciarse y contaminarse entre sí.
- Tener las brochas en un lugar abierto. ¿Has probado a dejar un vaso varias semanas sin moverlos? Seguramnete notarás que se llena de polvo, ¿por qué lo haces con algo que restriegas por tu cara? Estas son las características de un buen lugar para guardar tus brochas:
Dónde sí guardar las brochas
- En un lugar cerrado como un estuche o, en su defecto, un cajón. No deben estar en contacto con el polvo o el aire, recuerda que también hay bacterias que se pegan en las brochas que aplicas sobre tus ojos o pómulos.
- Cada brocha en su estuche y/o cubierta independiente, deben estar separadas para que no se contaminen entre ellas. Lo ideal sería tener esos estuches que te permiten tenerlas separadas y bien organizadas. Las cubiertas individuales de las brochas harán que no se deformen, además de protegerlas ante la suiciedad y polución.