COMO CUIDAR LOS DIENTES DE LOS NIÑOS
Se aproxima el inicio de clases y el control odontológico en niños debería ser materia obligatoria.
Tips a tener en cuenta.
“normalmente los controles se hacen a partir del año y medio.
Es bueno que el niño se acostumbre desde edad muy temprana al control odontológico, desde que aparecen las primeras piezas para, de esta manera, establecer una buena relación con el profesional”.
“Un control más profundo se puede hacer a partir de los 3 años y medio”.
Cada seis meses es bueno reiterar la consulta como método efectivo de prevención.
“Hasta los 5 años es importante que el profesional pueda realizar una revisación semestral para diagnosticar a tiempo problemas posteriores y comenzar con la aplicación de flúor”.
También se recomienda utilizar poca pasta dental y que sea especial para niños. Luego de los 9 años se pueden utilizar pastas y cepillos para adultos.
Los controles escolares incluyen la revisación, verificar que no existan caries, que no haya ninguna patología en la boca. De existir, se deberán inactivar las caries y en casos extremos recurrir al tratamiento de conducto para niños.
Desde chicos nos inculcaron que comer golosinas hace mal a los dientes.
Sin embargo, algunos profesionales de la salud dental “se pueden comer todas las golosinas que se deseen, (siempre y cuando lo hagan en casa y bajo la supervisión de un mayor) ya que si bien la ingesta de los derivados de azucares son causa principal de la aparición de caries en los dientes.
El problema es el tiempo de permanencia de estos azúcares en boca, ya que superando los (10 a 15 minutos) de tiempo, es cuando empiezan a perjudicar la superficie del esmalte. Por eso es importante al terminar de comer las golosinas proceder a un cepillado profundo“.
Algunos consejos son: No consumir caramelos masticables, ni el consumo excesivo de gaseosas porque algunas provocan abrasión ácida en las piezas dentarias.
Salvando los dientes caídos
Los golpes en los niños son moneda corriente, los cuales muchas veces incluyen la pérdida de piezas dentarias.
Por eso es bueno saber que los dientes que sufren lesiones deben ser tratados inmediatamente por el dentista. En muchos casos, se pueden evitar mayores lesiones o la pérdida de dientes mediante la atención inmediata.
En ocasiones, a los niños muy activos se les puede desprender completamente un diente saludable. Si esto ocurre con un diente permanente, se debe guardar el diente y asistir inmediatamente al odontólogo.
Hasta encontrar la ayuda se deberá sumergir el diente en agua o en suero fisiológico para conservar así la humedad.
Si no se dispone de estos elementos, la vida del diente podría prolongarse guardándolo en la humedad de la saliva, debajo de la lengua, o entre la mejilla y la encía.
En muchos casos el diente se puede reimplantar exitosamente, si se obtiene ayuda durante la primera hora.
Las claves son la higiene y la consulta con un profesional
Según los especialistas, la existencia de caries en los niños se produce por falta de higiene bucal.
Por este motivo, es fundamental el hábito de lavarse los dientes y acudir al dentista. Estos hábitos son más fáciles de instalar si los niños ven que sus padres los tienen adquiridos.
El examen del dentista incluirá los dientes, las encías, la lengua, los labios y el paladar. Dependiendo de la edad del niño, la cantidad de dientes que tenga y su capacidad para cooperar, el dentista podrá solicitar radiografías para detectar caries, si sospecha que las hay.
Las radiografías también son útiles para determinar si los dientes permanentes se desarrollan con normalidad.
“Basta mirar los países más desarrollados como Alemania, Inglaterra, Finlandia, etc. para entender la importancia de concientizar a las personas acerca de la visita periódica al odontólogo. Los habitantes de estos países suelen tener una muy buena salud dental y ósea”.
Es importante que los padres no expresen miedos personales al dentista enfrente del niño, la causa primaria del miedo en los niños es oír a sus padres quejarse de sus experiencias personales con el dentista.
Además de no mencionar sus propias experiencias desagradables, pueden evitar el miedo explicando de manera agradable qué es la odontología y lo amable que va a ser el dentista.
Generalmente se encuentran dificultades cuando los padres u otras personas han inculcado temores profundos en el niño, por esto los padres también deben ocultar sentimientos de ansiedad, especialmente cuando llevan a su hijo al odontólogo.
Nunca se debe utilizar la odontología como amenaza de castigo, es muy recomendable no obligar al niño a comer o hacer algo que no le gusta con la amenaza de llevarlo al dentista o de pinchaduras con anestesia.
En la mente del niño se asocia castigo con dolor y cosas desagradables.
Es bueno, como se indicó párrafos anteriores, familiarizar al niño con la odontología llevándolo al odontólogo para una visita de control, sin necesidad de que tenga que realizarle ningún trabajo,
Así se irá acostumbrando al consultorio y empezará a conocerlo, el odontólogo cooperará plenamente saludando al niño con cordialidad y llevándolo a recorrer el consultorio, explicando y haciendo demostraciones con el equipo; en estas visitas se realiza.
Aplicaciones de flúor o se enseña el empleo correcto de utensilios de limpieza dental. Algún pequeño regalo al final del recorrido hará que el niño sienta que acaba de hacer un amigo.