Piel atópica en niños, como prevenirla y como tratarla a diario
La piel atópica es una dermatitis que se puede presentar como eccema leve que suele tener un tratamiento fácil, o como un eccema severo. En el segundo caso, puede realmente condicionar el día a día del niño que la padece.
La dermatitis atópica es una enfermedad crónica que suele comenzar antes de que el bebé haya cumplido los 6 meses de edad. La piel atópica produce una descamación y un picor muy intenso. Afortunadamente en el 80% de los casos, esta enfermedad va mejorando hasta prácticamente su cura.
Cuáles son los síntomas de la piel atópica
Placas rojizas, piel seca, descamación, inflamación de la piel. En las zonas rojas pueden aparecer dos tipos de eccemas. El agudo es aquel en el que se producen ampollas con líquido en su interior que se rompen y forman costras. El crónico es aquel en el que aparece descamación, engrosamiento y endurecimiento de la piel.
Algunos otros posibles síntomas son: sangrado del oído, cambios de color de la piel, zonas en carne viva por rascarse… Todos estos síntomas son causados por brotes, es decir, tiempos donde mejoran y otros donde empeoran.
Esos síntomas pueden aparecer en la cara, manos, pies, cuero cabelludo, rodillas, codos… Cuando el brote es muy intenso, pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo.
Cuidados de la roulette spielen ohne anmeldung piel atópica y tratamiento
La piel atópica no tiene fármacos que la curen. Sin embargo, algunos fármacos ayudan a calmar los síntomas cuando se ha iniciado un brote. Algunos que se utilizan son corticoides, antibióticos, inhibidores tópicos y antihistamónicos.
Como hemos dicho antes, uno de los síntomas es la piel seca. Así que, los bebés y niños que padecen de piel atópica necesitan muchísima hidratación diaria. En algunos casos, es preciso hidratar la piel dos o tres veces diarias.
Para hidratar la piel es recomendable utilizar una crema que no contenga alcohol o perfume. También es bueno usar gel puro de aloe vera para conseguir una hidratación óptima. Además el agua reseca la piel, por lo que se le dará un baño cuando el niño esté sucio, unas dos o tres veces a la semana.
Para el día a día de los niños, los padres y quien los toquen, deberán lavarse con frecuencia las manos. Otra buena idea es tener al niño con las uñas cortas siempre.